Estos espectáculos son terriblemente crueles, altamente impopulares y están fuertemente vinculados al crimen organizado, por lo que su combate constituye un reclamo social extendido.
En enero pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma al Art. 87 BIS 2 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) que prohíbe las peleas de perros en todo el país. Si bien esta reforma constituye un gran paso en la dirección correcta, es fundamental establecer sanciones que permitan hacer efectiva dicha prohibición.
De manera paralela, el 8 de diciembre del 2016, la Cámara de Diputados aprobó, con 291 votos a favor y uno en contra, una reforma al Código Penal Federal a fin de tipificar como delito diversas actividades vinculadas con las peleas de perros.
La reforma incluye sanciones para quienes organicen las peleas, posean o comercialicen perros con el propósito de pelearlos, posean o administren una propiedad donde se realicen peleas e incluso a quienes participen como espectadores. La iniciativa fue turnada a la Comisión de Justicia de la Cámara de Senadores, que aprobó el dictamen correspondiente el pasado jueves 6 de abril. Es importante que la reforma se apruebe en sesión plenaria antes de que concluya el actual periodo de sesiones, el próximo 25 de abril.
Ambas medidas despiertan entusiasmo en una sociedad crecientemente preocupada por el maltrato animal y su vínculo estrecho con la violencia y el crimen. De acuerdo con una encuesta de Parametría realizada en 2016, el 99% de los mexicanos repudian las peleas de perros y el 85% desea que quienes las organizan sean sancionados severamente. La tarea pendiente es penalizar esta actividad a nivel federal por las razones que se exponen a continuación.
Las peleas de perros, más allá de la brutal crueldad a la que someten a los animales, suponen un problema de delincuencia organizada. En la mayoría de las redadas contra peleas de perros realizadas en países como España, Estados Unidos y Costa Rica, la policía ha encontrado drogas y armas ilegales, así como vínculos con redes de pornografía infantil y trata de personas. Investigaciones periodísticas muestran que diversos cárteles de la droga en México promueven peleas de perros. También se reportan asesinatos relacionados con deudas contraídas en estos espectáculos.
Por desgracia, el fenómeno se ha agudizado en México en virtud de que las agencias de inteligencia y seguridad estadunidenses han enfrentado a estos criminales con mayor determinación en los últimos años, lo que ha tenido la consecuencia no buscada de que trasladen sus actividades criminales a México y Centroamérica.
Hay reportes de perros rescatados en EUA que iban a ser transportados para pelear en México. Se estima que 40,000 personas en EUA participan en el negocio de peleas de perros. En nuestro país, se ha denunciado que estas actividades ocurren en estados como Michoacán, Puebla, Coahuila, San Luis Potosí, Baja California y Aguascalientes, donde se reportó un torneo internacional de peleadores de perros.
Por otra parte, hay un mandato legal para combatir estos espectáculos a nivel federal y local. Como se ha señalado, ambas cámaras legislativas ya aprobaron una reforma al Art. 87 BIS 2 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) que da un mandato a la Federación y a los Estados para que establezcan “la prohibición de organizar, inducir o provocar peleas de perros, determinando las sanciones correspondientes”, y establece un plazo de 360 días a partir de su publicación.
Cabe señalar que si bien las peleas de perros se prohíben en la mayoría de las leyes estatales de protección animal, el lenguaje suele ser deficiente y las sanciones suelen ser de carácter sólo administrativo, no penal, por lo que también es importante avanzar en la tipificación del delito en los códigos penales estatales.
Al reformar el Código Penal Federal se dará un mandato claro a agencias como la Policía Federal y la Procuraduría General de la República para combatir estos criminales y realizar labores de inteligencia. Los peleadores de perros suelen ser más negligentes en sus comunicaciones sobre estos espectáculos que sobre sus demás negocios ilícitos, por lo que su persecución abre oportunidades para la investigación de otras actividades del crimen organizado.
Cabe destacar el amplio respaldo político y social con que cuenta esta iniciativa de reforma al Código Penal Federal. Se han reunido más de 210,000 firmas en apoyo a la tipificación de este delito en una plataforma electrónica habilitada por Humane Society International México, una organización internacional con liderazgo en temas de bienestar animal. Como ya se refirió, 99% de los mexicanos rechazan estas peleas y 291 diputados federales ya aprobaron la reforma.
En suma, no debe postergarse la aprobación de una iniciativa ampliamente necesaria y popular, que ha dado lugar a un consenso político sólido y que permitirá combatir más eficazmente al crimen organizado que quizá constituya la iniciativa animalista más importante y con más probabilidades de éxito en esta legislatura.
De no aprobarse la reforma durante el periodo legislativo que concluye este mes, lo más probable es que la iniciativa “muera”. Habrá otro periodo que inicia en septiembre, pero para entonces toda la atención se centrará en las elecciones presidenciales de 2018 y la actividad legislativa se reducirá al mínimo. Esperamos que los Senadores voten esta importante reforma a la brevedad posible.
El pleno del Senado de la República aprobó una reforma al Artículo 419 Bis del Código Penal Federal que sanciona hasta con cinco años de prisión a quien organice peleas de perros.
En la sesión ordinaria se aprobó por unanimidad la reforma, que establece imponer pena de seis meses a cinco años de prisión y el equivalente a doscientos dos mil días de multa a quien críe o entrene a un perro con el propósito de hacerlo participar en peleas.
La misma penalidad para quien los entrene para peleas; posea, transporte, compre o venda perros con el fin de involucrarlos en cualquier exhibición, espectáculo o actividad que implique una pelea entre dos o más perros.
Asimismo a quien organice, promueva, anuncie, patrocine o venda entradas para asistir a espectáculos que implique peleas de perros; posea o administre una propiedad en la que se realicen peleas de estos animales con conocimiento de dicha actividad.
La reforma establece la misma penalidad y multas a quien permita que menores de edad asistan o presencien cualquier exhibición, espectáculo o actividad que involucre una pelea entre dos o más caninos.
Todas estas sanciones se incrementarán en una mitad, es decir hasta 7.5 años de prisión, cuando se trate de servidores públicos.
Se incurrirá en responsabilidad penal a quien asista como espectador a cualquier exhibición, espectáculo o actividad que involucre una pelea entre dos o más perros, a sabiendas de esta circunstancia. En dichos casos, se impondrá un tercio de la pena establecida.
¿Qué opinas sobre las peleas de perros y el castigo que merecen los organizadores?
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