La melatonina es uno de los suplementos más populares para dormir mejor. Se vende sin receta, se percibe como “natural” y millones de personas la toman cada noche para combatir el insomnio o el jet lag.
Sin embargo, investigaciones recientes han puesto la lupa sobre sus posibles efectos en la salud cardiovascular, un tema que empieza a preocupar a médicos y especialistas en sueño.
Aunque durante años se consideró un apoyo seguro, la evidencia científica actual sugiere que su impacto en el corazón es más complejo de lo que se pensaba y que no todas las personas reaccionan igual.
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¿Qué es la melatonina y cómo actúa en el cuerpo?
La melatonina es una hormona que produce de forma natural la glándula pineal y que regula el reloj biológico, es decir, el ciclo sueño-vigilia. Su producción aumenta por la noche y disminuye con la luz del día, ayudando a conciliar el sueño.
Cuando se consume como suplemento, actúa sobre receptores específicos (MT1 y MT2) no solo en el cerebro, sino también en vasos sanguíneos y tejido cardíaco. Esto explica por qué su efecto va más allá del descanso y puede influir en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el sistema nervioso autónomo.
Beneficios posibles… pero aún no confirmados
Algunos estudios sugieren que la melatonina podría tener efectos positivos en el sistema cardiovascular, como:
- Reducir ligeramente la presión arterial nocturna en personas con hipertensión
- Actuar como antioxidante y antiinflamatorio
- Disminuir el daño cardíaco en contextos muy específicos, como cirugías o eventos agudos
Sin embargo, los especialistas aclaran que estos beneficios no están plenamente confirmados en estudios clínicos amplios y que no justifican su uso generalizado como protector del corazón.
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El dato que encendió las alertas
Uno de los hallazgos más relevantes se presentó en 2025, durante las sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón. Un estudio observacional encontró que adultos con insomnio que tomaron melatonina durante un año o más tuvieron un riesgo significativamente mayor de desarrollar insuficiencia cardíaca en los siguientes cinco años.
Aunque este tipo de estudios no prueba una relación causa-efecto, los expertos coinciden en que la magnitud del riesgo obliga a ser prudentes, sobre todo en personas con antecedentes cardiovasculares.

¿Por qué no todos reaccionan igual a la melatonina?
Los efectos del suplemento pueden variar según:
- La dosis y el tiempo de consumo
- El tipo de formulación
- El uso simultáneo de medicamentos (especialmente antihipertensivos)
- La edad y el estado de salud previo
En algunos casos, la melatonina puede interferir con fármacos para la presión arterial o alterar el ritmo cardíaco, especialmente si se usa por periodos prolongados.
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Recomendaciones de los especialistas
Mientras la ciencia sigue investigando, médicos y cardiólogos coinciden en algunas pautas básicas:
- Usar la dosis más baja posible
- Evitar tratamientos prolongados sin supervisión médica
- Tomarla entre 30 y 90 minutos antes de dormir
- Elegir suplementos verificados por laboratorios independientes
- Consultar al médico si se padece enfermedad cardíaca o se toman varios medicamentos
Para muchas personas, mejorar la higiene del sueño, mantener horarios regulares, reducir el uso de pantallas y manejar el estrés sigue siendo una estrategia más segura y efectiva que depender de suplementos.
Un recordatorio importante
La melatonina no es inofensiva por ser “natural”. Como cualquier sustancia que actúa sobre el organismo, puede tener efectos no deseados. Dormir bien es fundamental para la salud, pero hacerlo de forma informada y responsable también protege al corazón.


