El sueño es uno de los pilares para sentirnos bien y, sobre todo, tener una buena salud. Cuando dormimos nuestro cuerpo se repara, descansa, se desinflama, se recarga de energía para el día siguiente.
Todo el mundo necesita sueño reparador, pero este periodo de descanso toma otra dimensión entre las mujeres, pues las funciones hormonales se equilibran solo si el organismo tiene un correcto descanso.
Pero cuando llega el periodo menstrual conciliar el sueño puede ser un reto. Esto se debe a factores como un incremento de la temperatura corporal, lo que provoca que nos movamos más mientras dormimos, también porque el sueño puede ser más ligero, existe preocupación por manchar la cama y, además, pueden padecerse cólicos, hipersensiblidad y otras molestias.
Más de la mitad de las mujeres asegura que no duerme bien durante las noches de su periodo por miedo a mancharse y además no lo hablan por pena, según información de Essity. La marca detectó que los tabúes de la menstruación pueden impactar en el momento del descanso. Durante las noches de su periodo, un porcentaje importante de las mujeres se siente insegura por las noches.
Es una realidad que el ciclo menstrual puede ser molesto, pues hay un aumento de los estrógenos hasta que llega la ovulación para luego darle paso a un incremento de la progesterona, otra hormona importante durante el ciclo.
El estrógeno se ha relacionado con un aumento del sueño REM y la progesterona con la sensación de somnolencia. En general, el sueño y la menstruación están directamente relacionados, explica Verónica Velázquez, asesora del sueño. Antes de la menstruación hay un descenso del sueño REM, el cual hace referencia del 25 por ciento del tiempo de descanso y suele ocurrir de 70 a 90 minutos después de dormir.
Las mujeres jóvenes y sanas tienen más probabilidades de experimentar estos trastornos en los días previos al periodo. Además del insomnio es común no conciliar un sueño profundo; de hecho, la menstruación y la calidad de sueño están relacionados directamente con más interrupciones durante la noche debido a que no se duerme de manera profunda, sobre todo en la fase lutea tardía, es decir, antes de la llegada de la menstruación.
Prepárate para ir a la cama. Pon en pausa lo que te agobia y enfócate en el descanso.
Olvida las obligaciones diarias, pues es muy común que al poner la cabeza en la almohada nos acordemos de pendientes o de algo que nos emociona; ahora sucede con más frecuencia porque los horarios de trabajo y de conexión con el exterior están muy ligados, así que el cerebro no para.
Inicia tu rutina de descanso todos los días a la misma hora. Deja a un lado los distractores y date un tiempo para reconocer los logros del día y dejar por escrito la lista de prioridades del día siguiente.
Por lo menos una hora antes de irte a la cama haz una cena ligera, pero que brinde saciedad. Tener hambre interrumpe el descanso.
Cuando hay estrés por la incomodidad de cólicos y la idea de mancharte busca la calma en actividades relajantes como aromaterapia, música tranquila, tejido, meditación, ejercicios suaves o colorear. Esas acciones harán que vayas a la cama más relajada.
Lo siguiente información no es nueva para ti, pero sí fundamental que la entiendas: Uno de los principales disruptores es la contaminación de luz de los dispositivos electrónicos, a los cuales estamos expuestos incluso minutos antes de dormir.
La luz azul que emiten estos dispositivos retrasa la secreción de melatonina, la hormona que le da la señal a nuestro de cuerpo de que ya llegó el momento de tomar un descanso.
Evita por completo todo tipo de pantalla por lo menos una hora antes de dormir.
La clave para que la rutina de sueño funcione es que debes ser consistente y hacerla diariamente, pues se genera una asociación entre las actividades y la hora de dormir y nuestro cuerpo sabrá cuándo es momento del descanso.
Más de la mitad de las mujeres declara no dormir bien durante las noches de su periodo, principalmente por estar preocupadas por moverse y manchar sus sábanas o pijama. ¡Y peor si están durmiendo en cama ajena!
El estudio de Essity arrojó que el 54 por ciento de las mujeres mexicanas duerme mal durante su periodo debido a que tratan de dormir en una posición en la que reduzcan la posibilidad de movimiento, otras por pararse a cambiar su toalla y algunas por los cólicos o el aumento de temperatura corporal.
Por otro lado, el 91 por ciento afirma mancharse en las noches del periodo menstrual. Algunas ensucian sus pijamas y las sábanas y el 48 por ciento confiesa que usa dos toallas durante las noches de su periodo para evitar los escurrimientos.
Para garantizar una correcta gestión menstrual libre de preocupaciones es importante conocer las necesidades particulares y elegir el producto nocturno ideal para cada una, esta decisión se puede consultar con un especialista de la salud”, precisa Alejandra Contreras, ginecóloga de Saba.
Pero actualmente existe una amplia variedad de opciones para el cuidado nocturno como toallas extralargas, toallas extralargas con la parte más ancha por detrás para mayor protección y panties para el periodo de un solo uso de tela respirable que se adapta al cuerpo para prevención de escurrimientos.
También existen panties de tela reutilizables… ¡elige la mejor opción para ti o usa cada una según la cantidad de flujo menstrual de tu periodo!
En las noches del periodo dormir bien puede ser todo un reto, pero con la implementación de estas medidas conciliarás mejor el sueño para tener la máxima energía
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