La risa remedio infalible

Mis amigos dicen que cocinar es fácil, pero, en definitiva, es más sencillo no cocinar.

-MARIA BAMFORD, comediante

Cásate y ten hijos para que te despierten el sábado a las 4:56 a. m. y te pregunten cuál es
la diferencia entre la “g” y la “j”‘.

-@CRAY_AT_HOME_MA

Una mujer visita una exclusiva tienda de mascotas en busca de ropa para su perro. Titubea varias veces y revisa cuidadosamente la talla de cada suéter. Como ve que no logra decidirse un empleado se acerca a ella. —¿Por qué no trae a su can para probarle la prenda? — inquiere.
ーImposible！ -exclama la clienta- ¡Es un regalo sorpresa!

—Enviado por GEORGEKLOSS, Estados Unidos

En el salón de clases, el maestro le pregunta a uno de sus pupilos:
—A ver, Johnny, si te doy dos gatos, luego otros dos y finalmente otros dos, ¿cuántos gatos tienes?
—Siete —responde el chiquillo.
—Incorrecto. Pon atención: si te doy dos gatos, luego otros dos y finalmente otros dos,
¿cuántos gatos tienes?
—Siete —vuelve a decir el alumno.
El profesor no se da por vencido:
—Déjame ponerlo de otra manera: si te doy dos manzanas, luego otras dos y finalmente otras dos, ¿cuántas manzanas tienes?
—Seis —indica el párvulo.
—¡Muy bien! Ahora, si te doy dos gatos y luego otros dos más y finalmente otros dos, ¿cuántos gatos tienes?
—Siete —contesta el estudiante. —¿De dónde sacas la idea de que son siete gatos? — grita, desesperado, el catedrático.
—¡Es que yo ya tengo uno en casa! —exclama el pequeño.

—LAUGHFACTORY.COM

Durante la consulta anual, el médico le pregunta a George:
—Dígame, ¿cómo se ha sentido?
—De maravilla —responde el anciano—. He encontrado la religión.
Dios sabe que mi vista es muy mala, así que ha hecho algo para que cuando me levante al baño a medianoche, ¡puf!, se encienda la luz… y, ¡puf!, se apague cuando voy de salida.
Más tarde ese día, el doctor decide llamar por teléfono a la mujer de George.
—Estoy asombrado de la relación que tiene su esposo con Dios —le dice—. ¿Es cierto que se levanta durante la noche y, ¡puf!, se enciende la luz del cuarto de baño, y luego, ¡puf!, se apaga?
Dando un largo suspiro, la pareja de George responde:
—No. Lo que sucede es que mi marido ha vuelto a orinar dentro del refrigerador.

—CNET.com