Dentro de un manicomio, un loco le muestra a otro el puño cerrado, al tiempo que le dice:
—¡A que no adivinas qué tengo en la mano!
—¡Ya sé! —contesta el segundo interno sin dudarlo ni un instante—. ¡Es un elefante!
Completamente desconcertado, el primer orate responde:
—Bueno, sí, ¿pero de qué color es?
Enviado por María Valeria Patiño, México
En el salón de clases, la maestra le pregunta a uno de sus alumnos:
—A ver, Juanito, ¿cómo se dice “perro” en inglés?
—¡Ay, qué fácil! —contesta el niño—. Se dice dog.
—¡Muy bien, Juanito! ¿Y cómo se dice “veterinario”?
—Pues es más fácil todavía: ¡se dice “dogtor”!
Enviado por María Elena Andino, Honduras
Un día le dije a mi padre que debía aceptar sus errores. Los ojos se le arrasaron, y entonces nos abrazó con fuerza a mi hermana y a mí.
Enviado por Jade Motswiri, Reino Unido
Dos niños están charlando, y uno de ellos le dice al otro:
—¿Qué crees? Descubrí una manera de conseguir dinero fácil.
—¿Cómo? —pregunta el otro.
—Sólo tienes que acercarte a los adultos y decirles muy serio que conoces su secreto.
A fin de comprobarlo, el segundo chico se levanta de un salto, corre a donde se encuentra su padre y, mirándolo a los ojos, le dice:
—¡Conozco tu secreto!
—¡Por favor, no se lo digas a tu mamá! —le contesta el padre—. Ten, te regalo estos 10 dólares.
En seguida, el niño corre a donde está su mamá y le dice lo mismo:
—¡Conozco tu secreto!
La madre le implora:
—¡Por favor, no se lo digas a tu papá! Ten 15 dólares.
Finalmente, el chico decide probar suerte con el cartero.
—¡Conozco su secreto! —le dice.
El cartero, emocionado, abre los brazos y responde: —¡Ven, hijo mío, abrázame!
Dos ratoncitas van caminando y charlando muy contentas por la calle cuando de pronto ven un murciélago que pasa volando.
—¡Mira, aquél es mi novio! —dice una de ellas.
—¡Qué feo! —exclama la otra.
—Ya lo sé, pero es piloto.
Enviado por Miguel Ángel Herrera, Perú