La risa, remedio infalible: Un día, en el salón de clases…

Un día, en el salón de clases, la maestra les dice a sus alumnos de primaria:

—A ver, niños, vamos a hacer un poco de ejercicio. Acuéstense boca arriba en el piso, levanten las piernas y muévanlas como si estuvieran pedaleando una bicicleta.

Los alumnos se recuestan en el piso y empiezan a mover las piernas como si montaran una bicicleta. El único que permanece completamente inmóvil es Pepito.

Al darse cuenta de esto, la maestra le pregunta:

—Pepito, ¿por qué no estás moviendo las piernas?

—¡Es que voy de bajada! —responde el niño.

Enviado por Yerem Zagaste, México

Un ministro se despierta un domingo por la mañana decidido a jugar golf, así que le dice al sacristán que se siente enfermo y lo convence de que se encargue del servicio religioso.

En cuanto el sacristán sale de su habitación, el ministro se dirige a un campo de golf que está a unos 80 kilómetros de distancia, para evitar toparse con alguno de sus feligreses. Cuando está a punto de dar el primer golpe, se da cuenta de que no hay una sola alma en el campo. Después de todo, es domingo por la mañana y la mayoría de la gente se encuentra en la iglesia.

Entonces, san Pedro se inclina hacia Dios mientras mira al ministro desde el cielo y le pregunta:

—No vas a dejar que se salga con la suya, ¿verdad?

El Señor suspira y dice:

—No, supongo que no.

El reverendo golpea la pelota, que pega directamente en el palo del banderín y cae a un lado; luego, rueda y entra en el agujero. ¡Es un hoyo en uno desde casi 350 metros!

San Pedro está perplejo. Voltea a ver al Señor y exclama:

—¡¿Por qué lo dejaste hacer eso?!

—No te preocupes, ¿a quién se lo va a contar? —contesta Él.

Enviado por Grahame Jones, Reino Unido

Cosas que me enseñó mi mamá

Lógica: “Si te caes de ese columpio y te rompes los dientes, no irás conmigo a hacer las compras”.

Humor: “Cuando la cortadora de césped te lastime los pies, no vengas corriendo a quejarte”.

Justicia: “Algún día tendrás hijos, y espero que sean como tú. ¡Entonces me entenderás!”.

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