La risa, remedio infalible: Un día, mi hermana se puso las gafas

Un día, mi hermana se puso las gafas nuevas de mi hermano y me preguntó cómo se veía.

—Tienes aire de ser muy astuta —respondí.

Molesta, ella exclamó:

—¡Pues yo creo que parezco intelectual!

Susan Shafer, Estados Unidos

Mientras hacía fila para confesarme con el sacerdote, oí a una mujer susurrarle a su amiga: “Realmente no sé por qué me voy a confesar. He estado tan ocupada que no he tenido un solo minuto para pecar”.

Steve Jakin, Estados Unidos

Lo admito: una noche bebí demasiado. Tanto, que perdí mi ojo de vidrio. Telefoneé a todos los lugares en los que había estado, incluida una cafetería.

—Hola —saludé a la mujer que contestó—, anoche cené allí y extravié mi ojo de vidrio. ¿Sabe usted si alguien lo encontró?

Luego de una breve pausa, la empleada me preguntó:

—¿De qué color es?

Jeannette Stinnett, Estados Unidos

El empresario y aventurero Richard Branson, fundador de la línea aérea Virgin Atlantic, les dio este consejo a otros apasionados de la emoción: “Si piensan dar la vuelta al mundo en un globo aerostático, no olviden llevar consigo papel higiénico. Una vez tuvimos que esperar a que llegaran algunos faxes para poder usarlos”.

Tomado de 1,000 Unforgettable Senior Moments: Of Which We Could Remember Only 254, de Tom Friedman (Workman Publishing)

Al estar de vacaciones en Escocia me topé con un gracioso souvenir. Era una botella de vidrio con una etiqueta que decía: “Auténtica neblina escocesa”. Cuando la miré de cerca y le di la vuelta, encontré esta leyenda: “Hecho en China”.

Stuart Collinson, Reino Unido

Durante la reunión número 55 de exalumnos de mi grupo de secundaria, me encontré con un viejo amigo.

—¡Hola, Bill! —exclamé—. ¡Pero si estás idéntico a cuando íbamos en la escuela!

Resignado, él asintió con la cabeza y dijo:

—Ahora entiendo por qué nunca tuve suerte con las chicas en la secundaria.

Patty Chandlee, Estados Unidos

Cuando mi esposa anunció que compraría un boleto de lotería para el próximo sorteo de 200 millones de dólares, respondí sarcásticamente:

—Bueno, avísame cuando ganes.

Mirándome de reojo, ella respondió:

—Claro, te dejaré una nota.

Bruce Lindner, Estados Unidos

Disparates que la gente dice cuando está dormida

Mi mamá me contó que una vez dije: “No vayas a esa fiesta, R2D2. Hay espagueti. Arruinará tus circuitos”.

Mi papá estaba recobrando el sentido tras una cirugía. Se incorporó en la cama, señaló a mi mamá y dijo: “Cuando me deshaga de ella, iré a la escuela de payasos”. Luego se volvió a dormir.

En una ocasión le dije a mi prometido mientras dormía: “Te amo porque tienes unas antenas muy largas”.

Cierta vez le ordené a mi expareja que empujara unas plantas dentro de unas macetas, al tiempo que yo la empujaba a ella fuera de la cama con ambas manos.

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