Según expertos como João Pedro Monteiro, el bienestar psicológico felino está ligado a su equilibrio emocional y su capacidad para adaptarse al entorno. Cuando este equilibrio falla, aparecen alteraciones similares a las que vemos en humanos. La clave para la felicidad de tu minino está en respetar su naturaleza y su espacio.
Pistas para detectar el malestar psicológico felino
La forma más efectiva de saber si un gato no está bien psicológicamente es a través de la observación de su comportamiento. Cualquier cambio en su conducta habitual es una señal de alarma.
Las señales de que tu gato necesita atención especializada, según los expertos, incluyen:
- Cambios en el Apetito: Comer mucho más o mucho menos de lo habitual.
- Problemas con el Arenero: Variaciones en el uso del arenero (hacer sus necesidades fuera).
- Conductas Repetitivas (TOC): Lamido excesivo o persecución de la cola.
- Agresividad: Manifestaciones de agresión hacia otros animales o personas.
- Vocalización Excesiva: Maullidos constantes o en exceso.
- Interacción Alterada: Cambios en cómo interactúa con la familia humana o con otras mascotas.
La veterinaria Susana Muñiz advierte que estos cambios suelen malinterpretarse como “mal carácter” (ser “malo”, “rebelde” o “caprichoso”), cuando en realidad el animal está manifestando un problema de malestar mental o físico que pasa desapercibido.
Causas del desequilibrio mental en gatos
Varios factores, tanto internos como externos, pueden provocar desajustes de comportamiento y problemas psicológicos en los felinos:
1. Factores ambientales y de rutina
- Cambios en la rutina o el entorno: Los gatos son muy sensibles a las variaciones, como una mudanza, reformas en casa, o la llegada de nuevas personas o animales.
- Entorno poco estimulante: Un espacio sin estimulación ambiental, que no respete su naturaleza curiosa y cazadora, favorece el aburrimiento y la frustración.
- Falta de control espacial: No tener la sensación de dominio sobre su territorio, incluyendo la falta de refugios o rutas de escape (zonas en altura), los desequilibra.
2. Factores físicos y genéticos
- Dolor o enfermedad: El dolor provocado por una enfermedad es una causa habitual de desequilibrio mental y puede manifestarse como irritabilidad o aislamiento.
- Genética y traumas tempranos: Los factores genéticos (si tiene padres miedosos) o traumas durante las primeras semanas de vida aumentan el riesgo de sufrir desajustes de comportamiento en la adultez.
3. Factores earios
- Jóvenes: Suelen tener más tendencia a la agresividad o a comportamientos destructivos, como morder o arañar muebles, debido al exceso de energía.
- Mayores (más de 10 años): Puede aparecer el síndrome de disfunción cognitiva (similar al alzhéimer en humanos), que altera su comportamiento y orientación. También demandan excesiva atención, manifestada en maullidos insistentes.
Consejos clave para garantizar su bienestar
Para evitar que tu gato desarrolle problemas de salud mental, es vital satisfacer sus necesidades ambientales, sociales y depredadoras.
1. Proporcionar un entorno enriquecido
- Espacio tridimensional: Ofrece zonas en altura, rascadores y escondites que respeten su necesidad de dominio del espacio.
- Respetar su naturaleza: Son cazadores solitarios. Necesitan jugar a diario, ya sea solos o de forma interactiva, para liberar su instinto depredador.
- Instinto olfativo: El olor es su lenguaje. Asegura rascadores para que marquen su territorio con feromonas. Puedes usar feromonas sintéticas comerciales para reforzar su sensación de seguridad.
2. Refuerzo Positivo y Vínculo
- Evita el Castigo: Los castigos no son efectivos y afectan negativamente su estado emocional. Fomentan el miedo y deterioran el vínculo con la familia.
- Usa Premios: Es recomendable utilizar el refuerzo positivo o premios para guiar su conducta.
3. Socialización Temprana y Rutina
- Destete Natural: Nunca se debe destetar a un gatito antes de la octava semana de vida.
- Habilidades Sociales: Permite que los gatitos permanezcan con su madre y hermanos para que aprendan las habilidades sociales propias de su especie.
- Interacción Progresiva: Promueve la interacción temprana con las personas y animales con quienes convivirá, de forma progresiva y controlada.
Recuerda que satisfacer su instinto cazador e individualista y darle control sobre su entorno son las mejores herramientas para mantener a tu minino física y mentalmente sano. Si detectas cambios persistentes, no lo achaces al “mal carácter”; consulta a un especialista en comportamiento animal.