Mucho de lo que sabemos de la mente humana se descubrió gracias a experimentos que se hicieron durante el siglo XX.
De acuerdo con un experimento patrocinado por Volkswagen, cuando una actividad aburrida y monótona es diferente, el comportamiento de la gente puede cambiar. Para comprobarlo, a una escalera del metro de Estocolmo —que había dejado de usarse al instalarse unas escaleras eléctricas a un lado—, le pusieron teclas de piano en los escalones para ver si más gente estaba dispuesta a subirlas. Ese día, 66 por ciento más personas utilizaron las escaleras convencionales, lo que demuestra que, cuando una actividad es divertida, la gente está dispuesta a cambiar su comportamiento.