Hallazgos curiosos
¿Se te antojan estos quesos olorosos, o te dan asco? Barb Stuckey, experta en alimentos y autora de libros, nos explica lo que significan nuestras preferencias en materia de comida.
¿Detestas los quesos olorosos?
Es posible que seas un “degustador tolerante”. Estas personas tienen menos papilas gustativas y por lo general no son melindrosas, a menos que posean un excelente sentido del olfato. Los alimentos de aroma fuerte, como el queso roquefort, les parecen desequilibrados: el sabor no cuadra con el olor, y por eso les resultan desagradables.
¿Tu comida favorita son las papas fritas y el helado?
Si has tenido muchas infecciones de oído, quizá dañaron tus “nervios gustativos”. En vez de percibir lo amargo y lo grasoso como sensaciones equilibradas, las experimentas de una forma más acentuada, por lo cual esa clase de alimentos te parecen más apetitosos.
¿El chocolate amargo te hace pensar en el carbón?
Podrías tener dañada la rama táctil del nervio trigémino, tal vez a causa de una cirugía bucal. En este caso, los alimentos que son amargos y grasosos a la vez —como el chocolate— resultan muy amargos.
¿Preferirías comer jabón que un poco de cilantro?
Algunas personas son incapaces de percibir ciertos olores, lo cual afecta drásticamente su sentido del gusto. El cilantro tiene un aroma muy complejo, y a quienes no lo perciben les parece jabón. ¡Esto explica por qué les sabe horrible!
¿Eres adicto a la sal?
Es posible que tu mamá haya tenido fuertes náuseas durante el embarazo mientras estabas en su vientre. Como algunos bebés se deshidratan en el útero, al nacer parecen disfrutar de la sal más que otros, y pueden conservar ese gusto toda la vida.
¿Te encantan las zanahorias?
Es probable que a tu mamá también. En un estudio, niños pequeños cuyas madres se abstuvieron de consumir zanahorias en todas sus formas durante el embarazo se mostraron indiferentes a un cereal con sabor a zanahoria. En cambio, los niños cuyas madres bebieron mucho jugo de zanahoria aceptaron de inmediato el cereal de ese sabor. Se cree que lo mismo ocurre con otros alimentos, como la col rizada.
¿Odias el café negro o el brócoli?
¡Hola, superdegustador! Al parecer, formas parte del 25 por ciento de la población humana que percibe más intensamente que el resto de las personas los sabores básicos: amargo, salado, dulce y ácido. Para los superdegustadores, los alimentos amargos —como el café negro— y algunas verduras les resultan demasiado ácidos y desagradables.
¿La salsa picante incendia tu boca?
Las personas que poseen más papilas gustativas, como los superdegustadores, también tienen más fibras sensibles, que transmiten la sensación picante; es decir, ¡de dolor!