La vitamina D es considerada una hormona y está presente en las formas más primitivas de vida. Llama la atención que por largo tiempo se pensó que su manera más importante de interactuar en el organismo era como regulador de la homeostasis del calcio y fósforo.
Recientemente se ha visto que más allá de los beneficios calcémicos clásicos tiene un papel más allá en la modulación de la respuesta inmunológica y diversos beneficios no calcémicos. En México 1 de cada 3 adultos presenta deficiencia o insuficiencia de esta vitamina.
En particular, la deficiencia de vitamina D se ha asociado con una serie de afecciones patológicas, incluidas infecciones, enfermedades autoinmunes y alérgicas.
La vitamina D y sus metabolitos participan activamente en la regulación de las respuestas inmunes innatas y adaptativas, explica el doctor Leonardo Alberto Martínez Rodríguez, médico internista con Maestría en Ciencias Médicas.
Alrededor del 90 por ciento de la vitamina D que produce el cuerpo de manera natural proviene de una reacción fotosintética a través de la piel al recibir los rayos UV del sol.
El otro 10 por ciento proviene de alimentos como:
Para su adecuada síntesis se recomiendan exposiciones solares cortas y controladas en horas de menor intensidad del sol (antes del medio día y después de las 15:30 horas).
Los llamados ‘baños de sol’ son recomendados para los recién nacidos, pero en realidad todas las personas debemos llevarlos a cabo, aunque nunca está de más preguntarle al médico si puede hacerlo ya que cada persona es distinta.
Aunque no tengamos restricción médica para estos baños de sol, muchas veces no podemos llevarlos a cabo por el ritmo de vida que tenemos”.
Para tratar efectivamente la deficiencia o insuficiencia de vitamina D es fundamental conocer los niveles en sangre. Tras el diagnóstico, corregir con la prescripción de vitamina D, que puede ir desde 4000 UI al día hasta 10,000 UI o más para llevar los niveles a términos de suficiencia.
Esto es particularmente más común en pacientes con obesidad, diabetes, falla renal, hepática o que usan protector solar. Lo ideal es consultar con el médico cuáles son los niveles de esta vitamina que nos hacen falta, ya que cada organismo es distinto.
Se sabe que la vitamina D ha mejorado el control de la glucosa en pacientes con diabetes y también su déficit puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como diabetes mellitus y depresión. De ahí la importancia de alcanzar niveles óptimos de vitamina D.
El sistema inmunitario es una de las armas que tiene el cuerpo contra enfermedades e infecciones virales. Existen tres acciones que pueden optimizar su función, de acuerdo con el Dr. Leonardo Martínez:
“La vitamina D tiene el potencial para modular las respuestas inmunes y para prevenir y/o tratar la inflamación y la autoinmunidad” finalizó el Dr. Martínez.
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