Si existe una manera extrema de reducir la ingestión diaria de alimentos para bajar de peso rápidamente, alguien, en algún lugar, ya la ha puesto en práctica.
Las dietas drásticas no sólo son un síntoma de nuestra obsesión con el peso corporal en el siglo XXI. Durante por lo menos 1,000 años, la gente ha seguido los regímenes de alimentación más estrafalarios, poniendo en peligro su salud y, paradójicamente, su capacidad futura de adelgazar. He aquí algunas de las peores dietas a las que han llegado a someterse las personas.
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Quién: Se dice que Guillermo el Conquistador, hacia 1086.
En qué consiste: Como había engordado tanto que ya no podía montar a caballo, este rey de Inglaterra supuestamente decidió encerrarse en sus aposentos y no consumir nada, excepto alcohol.
Por qué es una pésima idea: En el largo plazo las consecuencias son alcoholismo, insuficiencia hepática y deterioro físico general, pero Guillermo ni siquiera llegó a esa etapa. Aún con un abultado vientre, murió en 1087, tras caer de su caballo.
Quién: Sylvester Graham, ministro presbiteriano estadounidense, quien predicaba el vegetarianismo y la moderación sexual entre sus seguidores, los grahamitas, en 1829.
En qué consiste: Consumir frutas y verduras frescas, alimentos elaborados con trigo entero, y nada de carne ni especias. Se creía que el régimen de Graham no sólo mantenía saludable a la persona, sino que refrenaba los “pensamientos impuros” y evitaba la masturbación.
Por qué es una pésima idea: Esperar que la nutrición “combata” el deseo sexual es muy discutible. Una protesta pública por el puritanismo de las creencias de Graham finalmente llevó al abandono de la dieta, aunque el legado del reverendo, las ligeramente dulces “galletas Graham”, hoy día siguen siendo muy apreciadas por los estadounidenses.
Quién: Entre sus adeptos estuvieron el magnate industrial John D. Rockefeller y los escritores Franz Kafka y Henry James. Alrededor de 1910.
En qué consiste: El médico estadounidense Horace Fletcher era un experto en dietética, y hacía hincapié sobre todo en la masticación. Creía que masticar la comida largo tiempo —por lo menos 32 veces cada bocado, y en ciertos casos cientos de veces— hacía que la gente comiera menos. Fletcher decía que esto también ayuda a asimilar mejor los nutrientes de los alimentos, y aseguraba que él había subsistido comiendo sólo papas durante 58 días.
Por qué es una pésima idea: Las mandíbulas acaban por dolerte, y te conviertes en un compañero de mesa muy aburrido. No tiene nada de malo masticar muchas veces la comida, pero la comunidad médica ya no insiste en recomendar esto.
Quién: Las estrellas del cine y quienes aspiran a la fama, se usa desde los 30 hasta nuestros días.
En qué consiste: El argumento es que la toronja contiene una sustancia que, al ser ingerida junto con proteínas, ayuda a quemar las grasas y a bajar de peso. Esta dieta restringe mucho la ingestión de calorías, así que la pérdida de peso es un resultado lógico, y no un efecto de la toronja.
Por qué es una pésima idea: Los expertos dicen que la mayor parte de la “pérdida de peso” es en realidad pérdida de líquidos, y que los kilos que se bajan se recuperan en cuanto se suspende la dieta. Además, la toronja puede interactuar mal con algunos fármacos, entre ellos los que se recetan para la hipertensión.
Quién: Beyoncé Knowles. Se usa desde los 40 hasta la actualidad.
En qué consiste: Beber agua de limón con jarabe de arce y pimienta de Cayena, y no comer nada sólido durante un lapso de entre tres y siete días.
Por qué es una idea pésima: La dieta de desintoxicación con limonada no tiene sustento científico. No hay pruebas de que limpie el organismo de toxinas más eficientemente que nuestros propios órganos (el hígado y los riñones). Dejar de comer durante cualquier lapso puede ser peligroso, y es muy probable que el peso que se pierda al ayunar se recupere una vez que se ponga fin a la dieta.
Quién: Se dice que Elvis Presley la usó en los 50.
En qué consiste: Es muy sencilla: duermes las 24 horas del día, los siete días de la semana, no comes nada. Se dice que Elvis tomaba pastillas para dormir a fin de lograr “una milagrosa pérdida de peso”.
Por qué es una pésima idea: Sedarse innecesariamente rara vez tiene un buen final. La adicción es un riesgo real, y cuando la persona por fin despierta, ¡está muerta de hambre!
Quién: En los años 70, las adolescentes se emocionaron con esta dieta, pensando que era la que los soldados usaban para mantenerse en forma. El Ejército israelí lo negó rotundamente.
En qué consiste: En un lapso de ocho días está permitido comer sólo manzanas los días uno y dos; queso los días tres y cuatro; pollo los días seis y siete, y ensalada los días siete y ocho. La persona puede tomar té negro y café todo el tiempo.
Por qué es una pésima idea: Es muy difícil atenerse a esa dieta, y no tiene en cuenta la necesidad de un régimen equilibrado que incluya todos los grupos de alimentos.
Quién: Esta dieta estuvo de moda en la década de los 70, 80 y 90, entre quienes la usaron se encuentran Renée Zellweger y Robbie Williams.
En qué consiste: Muchas proteínas y grasas y prácticamente nada de carbohidratos (ni siquiera los de las frutas). Esta dieta provoca una condición llamada cetosis, en la cual el organismo quema grasa en vez de glucosa. La teoría del doctor Robert Atkins dio origen a una industria masiva de alimentos bajos en carbohidratos que sigue prosperando hasta la fecha.
Por qué es una pésima idea: La cetosis puede dañar los órganos vitales y, para consternación de las personas vanidosas, produce mal aliento.
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Quién: Vigente desde la década de los 80, se dice que las actrices Jaime Pressly y Sarah Michelle Gellar la usan.
En qué consiste: Consumir una cantidad ilimitada de sopa de col cada vez que se tiene hambre, lo cual ayuda a ingerir pocas calorías. Aparte de la sopa, los demás alimentos quedan estrictamente prohibidos durante un periodo de siete días.
Por qué es una pésima idea: ¿A quién le gusta tanto la sopa de col? Además, esta verdura suele provocar una flatulencia que ahuyenta a todos.
Quién: Algunos creyentes la usan desde los años 90.
En qué consiste: Considerada por algunos devotos como “la fórmula de Dios para la salud plena”, esta dieta vegetariana estricta, basada principalmente en alimentos crudos, está inspirada en un versículo de la Biblia: “Y entonces dijo Dios: ‘Os he dado toda planta que da semilla sobre la faz de la tierra, y todo árbol que da fruto con semillas; os servirán de alimento’” (Génesis 1:29). Y su propósito es ofrecer una amplia gama de beneficios para la salud.
Por qué es una pésima idea: No satisface todos los requerimientos nutricionales, y la persona se ve obligada a comprar complementos dietéticos caros (que la Biblia no menciona).
Quién: Apareció en el año 2000 y se dice que Jennifer Aniston y Reese Witherspoon la han usado.
En qué consiste: Sustituir las comidas y los refrigerios con frascos de alimento para bebés.
Por qué es una pésima idea: ¿Has probado alguna vez este tipo de alimentos? Los colados de verduras y las papillas semilíquidas de carne saben justo como suenan: ¡horrible!
Quién: Muchas personas de quienes nunca hemos oído hablar, entre ellas el escritor y orador motivacional estadounidense Tim Ferriss. Existe desde el 2000.
En qué consiste: La dieta relaciona el sabor de los alimentos con la ingestión de calorías, y supuestamente tiene una base científica. Su creador, el psicólogo Seth Roberts, recomienda tomar agua azucarada o aceite sin sabor una hora antes de cada comida para reducir el apetito.
Por qué es una pésima idea: ¿Aceite (grasas) o azúcar (calorías) para ayudar a bajar de peso? Por favor…
Quién: Muchos japoneses la usan desde el 2000.
En qué consiste: Comer por lo menos un plátano en el desayuno, concentrándose en su sabor. Casi todo lo demás está permitido, aunque sólo se puede beber agua. Esta dieta ha causado furor en Japón.
Por qué es una pésima idea: Aunque los plátanos son relativamente baratos, si no haces otros cambios en tu dieta es poco probable que bajes de peso y te mantengas así.
Cuándo: Desde finales de 2009 hasta hoy.
Quién: Existe desde finales del 2009, se dice que Kim Kardashian es seguidora de esta dieta.
En qué consiste: Dos de las tres comidas del día se sustituyen con unas galletas dulces especiales supuestamente formuladas para reducir el apetito. La ingestión total de calorías es de entre 1,200 y 1,500 al día.
Por qué es una pésima idea: ¿Una dieta de galletas dulces para quienes comen más de la cuenta? Lo más probable es que los malos hábitos se refuercen, y no que se adopten pautas de alimentación saludables.
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Quién: En 2010, en la edición francesa de la revista Grazia apareció Madonna posando para una campaña de Dolce & Gabbana en la que fingía comer.
En qué consiste: Pones alimentos en tu plato, los cortas y te los llevas a la boca… ¡pero no te los comes! Eso sí, puedes comer “sopa de agua”.
Por qué es una pésima idea: Tiene otro nombre: inanición. En serio, hay gente que muere tratando de vivir sólo de aire. No lo intentes.
¿Qué tipo de dietas has utilizado? ¿Has sufrido algún efecto secundario?
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