Al llegar a la tercera edad las personas enfrentan mayores retos de movilidad lo que provoca que, sin el apoyo de aparatos ortopédicos como bastones o andaderas, presenten frecuentes caídas y lesiones graves que requieren de mayores cuidados por parte de sus acompañantes. Son justamente esas lesiones las que pueden provocar hemorragias de leves a graves, pero si se presentan constantemente podrían evidenciar un cuadro de hemofilia adquirida.
La hemofilia adquirida requiere de un tratamiento inmediato porque sus efectos pueden poner en peligro la vida. Expertos en hematología señalan que en este tipo de hemofilia el paciente desarrolla anticuerpos específicos que inhiben a uno de los factores necesarios para la coagulación, el factor VIII.
Esto provoca que se generen hemorragias que pueden ser muy graves en personas que no tienen historial familiar o clínico de hemorragias.
En la forma clásica de hemofilia, la herencia determina que los varones sean quienes presentan este padecimiento; en contraste, para la hemofilia adquirida no existe distinción de género, ya que afecta a ambos sexos por igual.
Sin duda, en la hemofilia adquirida la edad es uno de los principales factores de riesgo, aunque también se ha establecido una alta prevalencia en mujeres después del parto. En general, la incidencia es más frecuente en mayores de 65 años.
Aproximadamente 1 a 2 personas por cada millón es diagnosticada al año con hemofilia adquirida, principalmente después de presentar moretones significativos o sangrado en tejidos blandos que suelen agravarse rápidamente y que pueden llegar a provocar la muerte por complicaciones hemorrágicas.
“Los adultos mayores son particularmente más frágiles y vulnerables a este tipo de padecimientos, comentó el especialista e investigador en hematología, el Dr. Abraham Majluf Cruz.
Señaló que si existen sospechas de hemofilia adquirida se debe recopilar un historial médico completo y pruebas sanguíneas que ayudan a diagnosticar y establecer la gravedad del padecimiento y en el momento de iniciar un tratamiento adecuado.
Hacer un interrogatorio minucioso del paciente es importante ya que, raramente, en algunos casos la hemofilia adquirida pudiera estar relacionada al consumo de medicamentos como antibióticos, psicotrópicos o antiinflamatorios.
“Un diagnóstico oportuno y el inicio correcto del tratamiento ayudará a evitar un mal abordaje del paciente con el consecuente desenlace mortal” comentó la Dra. Marilyn Mendoza Baquedano, especialista en Hematología y enlace médico-científico de Biofarma para Novo Nordisk México.
“Se requiere seguir trabajando en la concientización y educación médica de esta enfermedad para evitar un mal diagnóstico y lograr una verdadera detección oportuna que ayude a salvar más vidas” finalizó la especialista.
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