El lavado y el saneamiento no son lo mismo, lavar es el proceso tanto químico como físico que elimina la suciedad y el polvo de superficies y alimentos, mientras que la sanitización es el proceso de la erradicación de bacterias a través de un químico que reduce el número de microorganismos a un nivel seguro.
No obstante, existen profesiones que no permiten a las personas resguardarse en casa. Al estar a la intemperie, la ropa puede ser un foco de infección actualmente al estar en contacto con el transporte público o rozar superficies metálicas.
Una de las medidas más higiénicas es cambiarte de ropa al llegar a casa y envolverlas en una bolsa de plástico para evitar que otras personas tengan contacto con ella e inmediatamente lavarte las manos. No olvides dejar los zapatos fuera de casa para no contaminar.
Existen lavadoras que permiten tener ropa, sábanas y toallas libres de bacterias a través de su ciclo sanitizante, tecnología que posibilita la eliminación del 99 por ciento de las bacterias más comunes que se encuentran en los textiles. Esto se logra con el uso de la mayor temperatura posible en combinación con el ciclo de lavado con productos que contengan percarbonato de sodio, carbonato de sodio y surfactantes.
Pero como no todo mundo cuenta con este tipo de lavadoras, es importante seguir las siguientes precauciones al lavar la ropa:
Úsalos durante el proceso de lavado y al terminar lávate las manos y desinfecta las cestas de ropa sucia.
Infinidad de personas sacuden la ropa antes de meterla en la lavadora. Te recomendamos que no lo hagas, pues esto podría promover la dispersión del virus en el aire.
Duplica la dosis y elige un programa de lavado con el agua lo más caliente posible, lo que asegura la eliminación no solo del coronavirus, sino de cualquier patógeno que pueda vivir en los tejidos.
Lo ideal sería lavar también con mayor frecuencia de lo habitual sábanas, fundas y edredones. ¿Por qué? Pues podría ser un foco de bacterias que promueva o empeore determinadas enfermedades, debilitando el sistema inmunológico, lo que claramente complicaría la situación en caso de contagio.
Es importante que todas las prendas sequen por completamente antes de ser guardadas o utilizadas. Recuerda que la humedad, por mínima que sea, promueve la vida de bacterias y virus.
Si no tienes secadora coloca la ropa al aire libre y bajo el rayo del sol. Si por alguna razón debes recoger la ropa antes de que seque en su totalidad, plánchalas para retirar la humedad.
Fuentes: Tintorerías Jeff y Whirpool.
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