La lepra es una de las enfermedades más antigua que se conocen y actualmente después de siglos aún convive con nosotros. Desde sus orígenes, esta enfermedad ha sido condenada e incomprendida, pues se decía que quienes la padecían eran pecadores.
Y a que vamos con todo esto, bueno, pues luego de que una investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en el sureste de Estados Unidos anunciara que aunque los casos de la enfermedad ya no son tan agresivos como lo eran hace años y que la incidencia de contagios ha bajado; la lepra ahora se considera una enfermedad endémica principalmente Florida; y aunque no tiene que causar pánico de salud pública ni en Estados Unidos ni en México si es importante reconocer que en algunas regiones de nuestro país sigue presente.
México y la lepra
Actualmente la Secretaría de Salud dio a conocer qué vigila 12 municipios del país por casos de lepra. Además, hay 28 estados que registran casos de tratamiento con 300 incidencias.
La dependencia argumentó que México continúa en vías de erradicar a la lepra como problema de salud pública y que la prevalencia de casos ha caído en un 98 por ciento de 1989 al año pasado.
Los municipios más golpeados por la lepra son:
- Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca en Jalisco
- Nocupétaro y Nuevo Urecho en Michoacán; Tlaltizapan en Morelos
- Lampazos en Nuevo León
- El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa en Oaxaca
- Choix en Sinaloa, y Tunkas en Yucatán.
La mayoría de los afectados son multibacilares, es decir, que el paciente presenta seis o más lesiones en la piel.
La institución hizo un llamado para que la gente esté más informada sobre la lepra y sepa cómo actuar en caso de que sospeche que ha estado en contacto con alguien que tiene la enfermedad y no ha recibido tratamiento.
Un poco de historia
La enfermedad se caracterizaba por su evolución crónica y progresiva y, generalmente, por su incurabilidad. Debido a la gravedad de sus manifestaciones, en los primeros tiempos de la historia se explicaba como un terrible castigo enviado por Dios.
Las medidas preventivas adoptadas por el pueblo judío, con los enfermos, su aislamiento y apartamiento de la sociedad, permiten suponer que la consideraban contagiosa, y posiblemente el aislamiento de los leprosos fue una de las primeras medidas de salud pública que perduró hasta mediados del siglo XX.
El leproso se convertía en un ser repulsivo para sí mismo y para los demás. La lepra discurría por diferentes etapas en las que poco a poco la persona iba perdiendo su aspecto humano.
Habitualmente los leprosos eran compañeros de los muertos y de los endemoniados en las tumbas practicadas en las laderas de los montes.
¿Qué es la lepra y sus síntomas?
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, la lepra o enfermedad de Hansen es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium leprae.
El bacilo se reproduce muy despacio y el periodo promedio de incubación é inicio de los signos y síntomas de la enfermedad es de aproximadamente cinco años.
Síntomas
- Inicialmente manchas claras o oscuras o nódulos en la piel resultan en lesiones en la piel y pérdida de sensibilidad en la zona afectada.
- La enfermedad afecta principalmente a la piel, los nervios, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos.
- Úlceras indoloras en las plantas de los pies.
- Hinchazón o bultos indoloros en la cara o lóbulos de las orejas.
- Pérdida de cejas o pestañas.
- La lepra puede ser tratada con antibióticos, pero si no se trata, puede provocar discapacidad permanente.
Contagio y cura
El contagio de la lepra no se produce fácilmente y, una vez infectada, una persona puede pasar hasta 20 años antes de manifestar cualquier síntoma o quizás nunca desarrollarla, lo que dificulta determinar dónde y cuándo se contrajo la enfermedad.
Se cree que la propagación de la bacteria se produce principalmente cuando una persona inhala pequeñas gotas liberadas al aire cuando una persona con lepra tose o estornuda.
El tratamiento recomendado por la OMS para la lepra incluye una terapia con tres fármacos: dapsona, rifampicina y clofazimina. Su tratamiento en México y en toda la región panamericana es gratuito.
Con información de National Geographic, El financiero y El universal