El jugo se usa como producto de limpieza y desodorante; además, es un ingrediente común en los remedios para la gripe y en los productos para el cabello.
El aceite esencial del limón, que se extrae de la cáscara, es muy popular en la aromaterapia y como insecticida.
Las investigaciones sugieren que las propiedades antisépticas del aceite esencial del limón contrarrestan una serie de infecciones.
Si se agrega a un aceite portador, se puede masajear en la piel o en el cuero cabelludo para desbloquear los ganglios linfáticos y limpiar la piel y el cabello grasosos.
Es muy provechoso hacer gárgaras con una cucharada de jugo de limón mezclado con una cucharadita de miel en 2 tazas de agua caliente para aliviar el dolor de garganta y los síntomas de la gripe.
Chupar un trozo de limón o masticar la cáscara refresca el aliento; se combate el mal aliento con un enjuague bucal a base de limón. El alto contenido ácido de los limones evita la proliferación de bacterias en la boca.
Puedes aplicar en el pelo y el cuero cabelludo, mezclando jugo de limón con:
Al colocar aceite esencial de limón en la tina de baño te puedes dar una inmersión vigorizante, pero debido a que podría irritar la piel es mejor no usar más de 2 gotas de aceite por baño.
En lociones o cremas es muy eficaz para cicatrizar cortes, forúnculos y heridas menores.
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El aceite esencial de limón es para uso externo solamente. Siempre diluye el aceite esencial en un aceite portador con el propósito de evitar irritaciones a la piel.
Los limones frescos y el jugo no son tóxicos, aunque este último en ocasiones podría exacerbar la acidez o la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Si se usa con mucha frecuencia, el contenido ácido del limón puede dañar el esmalte de los dientes.
¿Qué usos le has dado a esta maravilla de la naturaleza, a parte de comerlo?