La noche antes del día de limpieza, coloca en una cubeta todo lo que necesitarás, dice Jamie Novak, organizadora profesional. Con todo en un solo lugar, no tendrás que hacer interrupciones para buscar lo que te falte.
Lo primero que debes limpiar es el baño. “A la mayoría de las personas les desagrada tener que limpiarlo, así que empieza por ahí para quitarlo de tu lista“, propone Novak.
“Después, todo lo demás te parecerá fácil”. Comienza por aplicar productos químicos que eliminen la suciedad sin necesidad de tallar. Aplica en toda la superficie del retrete una pasta preparada con bicarbonato de sodio y agua, sobre todo debajo de la orilla, dice la experta en limpieza Lauren Haynes.
Agrega un par de tabletas de antiácido a la taza para ayudar a limpiar y desinfectar, dice. Aparte, llena una bolsa de plástico con una mezcla de vinagre y agua, y sujétala a la regadera con una liga; esto ayudará a eliminar los depósitos minerales. El baño quedará listo en alrededor de media hora.
Para comenzar, ve de cuarto en cuarto para reunir cualquier prenda que necesites meter en la lavadora. “Trabajará mientras tú estás ocupada“, dice Novak. Recuerda que también puedes meter sábanas, fundas, cortinas de baño, tapetes para baño y cojines en la lavadora.
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“Es recomendable limpiar la recámara antes de la tarde, porque a esa hora una siesta será muy atractiva“, dice Novak. Al igual que con el resto de las habitaciones, sacude de arriba hacia abajo para que no caiga polvo en lugares que ya limpiaste.
Si la habitación tiene un ventilador de techo, aplica este truco que Novak propone: cubre las aspas con una vieja funda de almohada y, al retirarla, jala el polvo hacia ti. Así, éste quedará dentro de la funda en lugar de caer sobre el piso. Después, limpia las persianas con un guante viejo.
Distribuye un poco de bicarbonato de sodio sobre el colchón, dice Harriet Jones, experta en limpieza. “Equilibrará sus niveles de pH y eliminará los malos olores” dice. “No necesitas voltear el colchón para percibirlo fresco”.
Algunas horas después, regresa y aspira el bicarbonato de sodio. Mientras tanto, aspira la habitación, incluyendo abajo de tu cama y de la cómoda. Si tu cómoda llega hasta el piso, retira los dos últimos cajones para aspirar sin mover el mueble completo, sugiere Novak.
Usa un rollo quita pelusa para retirar el polvo de las lámparas, dice Novak. Un Q-Tip húmedo o seco servirá para limpiar los controles remotos, y un paño es perfecto para los interruptores eléctricos. Una solución de vinagre con agua servirá para limpiar los soclos.
Aplica un poco de aceite de coco en un paño, y frota los muebles de madera. “Todos mis muebles de madera lucen hermosos, y es más barato que algunos pulidores especiales”, afirma Novak. Para limpiar el sofá, retira los cojines y aspira entre las hendiduras.
Limpia la mesa y las sillas, y asegúrate de asear la parte de abajo del asiento. “Mientras comen, las personas sujetan las sillas por ahí para acercarse a la mesa, pero nunca limpiamos esta zona“, dice Novak.
Siguiendo la estrategia de limpiar de arriba hacia abajo, asea las puertas y manijas de los gabinetes de tu cocina. “Te sorprenderá limpiar las puertas de los gabinetes y descubrir cuánta mugre ocultan”, comenta Novak. “Incluso, hasta podrían cambiar de color. Eso ocurre cuando permitimos que se forme una capa de grasa”.
Límpialos con un producto químico y pule la madera con aceite de coco. Después, revisa tu congelador y tu refrigerador en busca de comida que se haya echado a perder o esté quemado por el frío. Limpia el empaque de goma de tu refrigerador con agua jabonosa: esto mantendrá firme el sello y evitará que el aire frío escape, dice Novak.
“Las rejillas del horno se encuentran entre las áreas más sucias de la cocina porque juntan mucha suciedad y grasa”, dice Haynes. Para una limpieza a profundidad, llena la tarja con agua hirviente y agrega un cuarto de taza de bicarbonato de sodio y un poco de jabón líquido para platos. Si tienes una campana sobre la estufa, remoja su filtro en la solución durante un par de minutos.
Para limpiar sin productos químicos, frota la parte superior de la estufa, la puerta del horno, los mostradores y la parte superior del refrigerador con la mitad de un limón cubierta con bicarbonato de sodio.
Los cítricos son desengrasantes naturales, y el bicarbonato de sodio ayudará a eliminar la suciedad, dice Novak. No olvides las paredes de tu cocina, en especial la que está atrás de la estufa, porque suele recibir muchas salpicaduras de comida.
Y para limpiar el horno de microondas, hornea un tazón con agua durante un par de minutos y usa una tarjeta vieja para retirar las manchas.
Decide cuántas horas quieres pasar en cada habitación, y programa una alarma para que no pierdas la noción del tiempo. “Tendrás una meta en cada habitación, y podría convertirse en un reto divertido“, dice Novak. “¿Puedo terminar en 45 minutos? Además, evitarás pasar todo el día en un solo lugar.”
Antes de que empieces a limpiar las habitaciones, presta atención a la puerta que da a la calle, dice Novak. Retira las telarañas y la suciedad de la lámpara, y sacude el timbre y el buzón. “La próxima vez que entres en casa, la entrada te parecerá más cálida“, afirma Novak.
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Quizá quieras empezar la limpieza justo después de despertar, pero planear tus comidas ayudará a que el proceso fluya mejor, dice Novak. Un desayuno saludable te ayudará a iniciar bien tu día, y planear desde ahora qué comerás (sea preparar algo o pedir comida) te evitará complicaciones después de una agotadora sesión de limpieza.
También ten a la mano algunas colaciones prácticas. “No te prepares un sándwich, por ejemplo, porque necesitas buscar los ingredientes, ensuciarás de nuevo la cocina y solo agregarás más trabajo al que ya tienes pendiente”, aconseja.
¿Cuando haces la limpieza de tu hogar, empiezas por un lugar, usas itinerarios específicos? ¿Escuchas música mientras aseas?
Tomado de Readers Digest This Is How You Spring Clean Your Whole House in One Day
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