A veces no son las grandes decisiones las que deterioran nuestra salud, sino los pequeños hábitos que repetimos sin pensar. Aquí te mostramos los siete micro hábitos más comunes que afectan la salud —y cómo cambiarlos a tiempo—.
Revisar el celular en el baño, comer con prisa o dormir siestas largas parecen inofensivos, pero según especialistas en salud y neurociencia, estos gestos cotidianos pueden alterar nuestro equilibrio físico y emocional.
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1. Usar el celular en el baño
Llevar el teléfono al baño no solo es una fuente de bacterias, también puede causar problemas anales. Permanecer sentado más tiempo de lo necesario aumenta la presión en la zona rectal, lo que eleva el riesgo de hemorroides o fisuras.
Consejo: deja el móvil fuera del baño y limita tu tiempo en el inodoro a menos de 10 minutos. Tu cuerpo lo agradecerá.
2. Saltarse el desayuno
Aunque el ayuno intermitente es tendencia, no todas las personas se benefician de él. Estudios médicos indican que omitir el desayuno puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes tipo 2.
Consejo: empieza el día con una comida ligera pero equilibrada: proteína (como huevo o yogurt), fibra (fruta o avena) y granos integrales.
3. Comer demasiado rápido
Comer a toda prisa altera la digestión y eleva los niveles de grasa en la sangre. Cuando comemos bajo estrés, el cuerpo entra en modo de alerta y detiene parcialmente las funciones digestivas.
Consejo: mastica despacio y evita distracciones como el teléfono o la televisión. Comer con calma ayuda a tu estómago y a tu mente.
4. No salir al exterior durante el día
Pasar el almuerzo frente a la computadora puede parecer productivo, pero afecta tu estado de ánimo y tu ritmo circadiano. La falta de luz solar reduce los niveles de vitamina D y altera la producción de serotonina, la hormona del bienestar.
Consejo: camina 10 o 15 minutos al aire libre. Incluso en días nublados, la luz natural mejora el humor y ayuda a dormir mejor.
5. Mantener una mala postura en el sofá
Sentarse encorvado durante horas comprime los órganos abdominales y ralentiza la digestión. Además, pasar demasiado tiempo en la misma posición se asocia con mayor riesgo de diabetes tipo 2 y cáncer de colon.
Consejo: cambia de postura cada 30 minutos y levántate a estirar. No existe una “postura perfecta”, pero el movimiento constante sí lo es.
6. Dormir siestas muy largas
Una siesta de más de 30 minutos puede dejarte aturdido y alterar el sueño nocturno. Dormir de día en exceso también se ha relacionado con hipertensión y aumento de peso.
Consejo: limita la siesta a 15-20 minutos y procura que sea antes de las 2 de la tarde.
7. Usar el teléfono o ver televisión en la cama
La luz azul de las pantallas confunde al cerebro, que cree que aún es de día, y reduce la producción de melatonina, la hormona del sueño. Además, ver series o redes sociales activa la dopamina, lo que puede generar insomnio y ansiedad.
Consejo: deja el celular fuera del dormitorio y prueba leer antes de dormir. Solo seis minutos de lectura pueden reducir el estrés en más del 50 %.
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Ya lo sabes…
Pequeños gestos diarios pueden tener un gran impacto en tu salud física y mental. Corregirlos no requiere grandes sacrificios, solo conciencia y constancia.
Dormir mejor, digerir bien y sentirte con más energía puede empezar por algo tan simple como dejar el teléfono a un lado o salir a caminar bajo el sol.