¿Lo Sabías?
¿Por qué comemos pastel de cumpleaños?
Seguramente muchas veces has comido pastel de cumpleaños en tus fiestas o en las de otros. Pero nunca pensaste: ¿por qué comemos pastel?
Seguramente muchas veces has comido pastel de cumpleaños en tus fiestas o en las de otros. Pero nunca pensaste: ¿por qué comemos pastel?
Blanco, marmoleado, chocolate, helado: existen cientos de tipos de pastel de cumpleaños en el mundo, cada uno hermoso en su propio modo azucarado.
Las probabilidades son, que has comido alguno durante al menos una (esperemos que todas) de tus fiestas de cumpleaños. Pero entre deliciosos bocados de pastel y betún, alguna vez te has detenido para preguntarte, “¿por qué estoy comiendo esto? ¿Qué hace que este pastel sea propio para conmemorar el día de mi nacimiento?”
Es porque eres tan importante y querido por los dioses, o algo por el estilo. Y si quieres aprender cómo hacer un rico pastel de chocolate relleno de frambuesas aquí te dejamos esta receta.
Los antiguos egipcios tienen el crédito de inventar la celebración de los cumpleaños. Ellos creían que cuando los faraones eran coronados, se convertían en dioses, así que el día de su coronación era muy importante. Ese era su “nacimiento” como un dios.
Los antiguos griegos tomaron la tradición pero se dieron cuenta de que un postre haría que la celebración tuviera más significado. Así que hornearon pasteles en forma de luna para ofrecerlo a Artemis, diosa de la luna, como tributo.
Los decoraron con velas encendidas para hacer que los pasteles brillarán como la luna. Por lo tanto, esa la razón por la cual prendemos velas en nuestros pasteles.
Se dice que las fiestas de cumpleaños modernas tienen sus raíces de la celebración alemana del siglo XVIII “Kinderfeste”. En la mañana del cumpleaños de un niño, él o ella recibiría un pastel con velas encendidas que sumarían hasta la edad de el niño, más uno. Esta vela extra se llamaba “la luz de la vida”, representando la esperanza de otro año entero vivido.
Y después, la tortura porque nadie podía comer el pastel hasta después de cenar. La familia reemplaza las velas a medida que se fueran quemando a través del día.
Finalmente, cuando llegó el momento, el niño del cumpleaños pediría un deseo, trataría de apagar todas las velas de un solo soplo, y excavaría. Como en la tradición moderna, el niño o niña del cumpleaños no diría a nadie su deseo para que se volviera real.
Ya que los ingredientes para hacer pasteles eran muy caros, esta tradición de cumpleaños no se volvió popular hasta la revolución industrial. Más ingredientes estaban al alcance, lo cual los hacía más baratos, y las panaderías incluso empezaron a vender pasteles pre horneados.
Ahora disfrutamos pasteles en casi cualquier ocasión, dignas de celebración o no.
Tomado de rd.com Why Do We Eat Birthday Cake?
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