¿Te resulta difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio? ¿O tal vez las condiciones climáticas o de salud te impiden salir a caminar? O, entre el trabajo, las tareas del hogar y el cuidado de tu familia, simplemente no tienes 30 minutos libres para hacer ejercicio. ¡No te preocupes! Caminar o hacer ejercicio en el mismo lugar es una opción sencilla, cómoda y accesible que puede ayudar a casi cualquier persona a mantenerse activa.
No necesitas ningún equipo especial excepto un buen par de tenis. No tienes que preocuparte por el clima o el tráfico, y si no tienes mucho tiempo, puede tomar “descansos cortos para hacer ejercicio” a lo largo del día.
“Caminar en el lugar es una excelente alternativa a dar un paseo tradicional. Algunas personas pueden verse limitadas debido al clima, precauciones quirúrgicas o riesgo de caídas. Caminar en un lugar es una excelente manera de continuar manteniéndose fuerte y saludable a pesar de estas limitaciones”, dijo Christopher Bruscato, fisioterapeuta y entrenador deportivo de Banner Health .
Por qué caminar en un lugar es bueno para ti
Practicar una actividad física es beneficioso para tu bienestar general, independientemente del lugar en que te encuentres. Participar en una caminata enérgica puede elevar tu ritmo cardíaco, fortaleciendo así tu salud cardiovascular al tiempo que tonificas las piernas y reduces el riesgo de caídas. El movimiento constante también puede favorecer un peso saludable, aunque permanezcas en casa. Caminar en el mismo lugar es una excelente opción de bajo impacto, ya que es suave para tus articulaciones.
Cómo empezar
No es necesario liberar un bloque de tiempo para la actividad física mientras caminas o haces ejercicio en el mismo lugar. Sólo necesitas identificar momentos en los que puedas incorporar un poco de movimiento a tu rutina diaria.
Mucha gente descubre que caminar en el mismo lugar mientras habla por teléfono o mira televisión puede marcar la diferencia. Incluso puedes realizar algunos pasos cuando doblas la ropa o preparas la comida. Ten en cuenta que estos breves períodos de actividad pueden acumularse a lo largo de días y semanas.
Por supuesto, siempre debes hablar con tu médico antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios para asegurarte de que sea segura y adecuada. Esto es especialmente importante si tienes alguna condición de salud preexistente.
Si tu cuerpo no está acostumbrado a realizar mucha actividad física, Bruscato recomienda comenzar con un minuto de caminata y un minuto de descanso durante 10 minutos. Cada semana, ve agregando un minuto más de caminata, pero mantén el resto estable en un minuto.
Es posible que desees utilizar un podómetro, una aplicación o un reloj inteligente para realizar un seguimiento de tus pasos y establecer objetivos; ver tu progreso puede ser gratificante y motivarte a seguir adelante.
No es necesario esforzarte demasiado. Si tienes problemas de equilibrio, puedes caminar en el lugar con una mano apoyada en el respaldo de una silla como apoyo. Y puedes comenzar a un ritmo cómodo y avanzar más rápido cuando tu resistencia mejore.
Adiciones a tu entrenamiento de caminata en interiores
Si te aburres con tu rutina de caminar en interiores, puedes ser creativo. No existe ninguna regla que diga que lo único que se puede hacer es caminar.
Intenta agregar ejercicios para los brazos, marchar en el mismo lugar o bailar para que tu actividad sea más placentera. También puedes seguir videos en línea que te guían a través de diferentes rutinas.
Puedes agregar ejercicios de estiramiento y resistencia para completar tu rutina de caminata en interiores. Bruscato recomienda:
- Siéntate. En una silla resistente y levántate, idealmente sin usar los brazos. Vuelve a sentarte y repite. Trabaja hasta tres series de 10.
- Paso lateral. En lugar de dar un paso de adelante hacia atrás, da un paso de lado a lado. Utiliza el respaldo de una silla para mantener el equilibrio si es necesario. Al igual que al caminar, comienza con un minuto de pasos laterales y un minuto de descanso durante 10 minutos.
- Equilibrio con una sola pierna. Equilíbrate sobre una pierna y luego sobre la otra. Sujétate del respaldo de una silla si es necesario. Intenta mantener el equilibrio tres veces con cada pierna durante 30 segundos cada vez. Con el tiempo, deberías poder mantener el equilibrio durante períodos más prolongados y sin la silla.
También puedes agregar algunas caminatas al aire libre a tu rutina cuando tenga sentido. “Caminar al aire libre ofrece otros beneficios, como la luz del sol y subir y bajar colinas con mayor dificultad”, indicó Bruscato. “Pero cuando eso no es una opción, caminar en el lugar es una gran alternativa. Y algo de actividad física siempre es mejor que nada”.
Caminar en el mismo lugar puede ayudarte a mantener un peso saludable. Incluso breves estallidos de actividad pueden sumar y marcar la diferencia.