Es un problema muy común con soluciones muy fáciles. Una es acudir a una tienda especializada en cosméticos (o al mostrador de una marca en una tienda departamental) y pedir que te ayuden a encontrar el tono adecuado para tu piel.
“La base es un producto que debes probarse antes de comprar”, dice la maquillista Lori Hamlin Penske. Un experto te ayudará a definir cuál presentación y cuál tonalidad son los más adecuados para tu tipo de piel.
La complexión puede tener diferentes matices. Lo mismo ocurre con la base: una vez que determines el tono de tu piel, solo necesitas encontrar el matiz adecuado.
Recurres a tus aplicadores a diario, ¿pero con cuánta frecuencia los lavas? ¿Y cuándo fue la última vez que adquiriste un juego nuevo? Las brochas sucias están llenas de bacterias que pueden provocarte erupciones y barritos, y esa es solo una de las cosas asquerosas que pueden pasarte cuando no las lavas. Por otra parte, las brochas viejas con cerdas ásperas pueden lastimar tu piel.
“Trata de lavarlas con un jabón suave. Si no funciona, es hora de cambiarlas”, dice Katie Jane Hughes, maquillista.
“Aplicar un polvo bronceador con glitter suele verse falso y sucio”, dice Hughes. Una fórmula mate le dará calidez a tu complexión y una apariencia más natural y sin brillos innecesarios.
Aunque pensar en delinear tus labios puede traer recuerdos desagradables de la década de los noventa, puede ayudar a definir el contorno de tu boca y evitar que el lipstick se corra.
Como se demostró en el pasado, usar delineador en un tono más oscuro es un error enorme que hará que luzcas pasada de moda y hasta vulgar. “El truco consiste en usar un delineador del mismo tono de tu lipstick“, dice Penske.
“Después aplícalo sobre toda tu boca: no solo hará que tu lipstick luzca más natural, sino que prolongará su duración”.
De acuerdo con Hughes, usar demasiado polvo puede destacar tus defectos y envejecer tu rostro. “Suelo notar que, en particular, las mujeres con cutis graso tienden a reaplicarse el maquillaje a lo largo del día”, dice Penske. El polvo se acumula; cuando se aplica en áreas brillantes, hace que el maquillaje luzca apelmazado y le da un tono grisáceo a la piel.
Una mejor opción para contrarrestar el brillo es emplear hojas de papel arroz que absorban el aceite. Recurre a los polvos compactos solo si deseas retocar tu maquillaje.
Las cejas definidas pueden destacar tus facciones, abrir más tus ojos y quitarte años de apariencia. Los arcos pesados y oscuros, en cambio, harán que luzcas demasiado maquillada, incluso teatral. Para rellenar cualquier hueco y darle naturalidad a tu maquillaje, la experta JoAnn Solomon recomienda rellenar los huecos con pinceladas pequeñas e irlas acumulando.
Un aplicador de rímel (limpio) es perfecto para retirar el exceso y difuminar. Una vez que hayas logrado el efecto que deseas, fija con un gel transparente para cejas.
Para muchas mujeres, aplicar corrector de ojos es un paso en su rutina diaria, pero eso no significa que lo hagan bien. Muchas usan un corrector demasiado claro con la esperanza de que neutralice las ojeras, pero la realidad es que acaba luciendo falso, grisáceo y con un efecto parecido al de los ojos de un mapache, además de que resalta las arrugas y las ojeras. De acuerdo con Salomon, el corrector debe ser solamente un tono más claro que tu piel para crear un efecto iluminador.
“Trata de aplicarlo con tu dedo anular. Se difuminará con más facilidad y lucirá muy natural.”
¿Párpados brillantes? ¿Sombra apelmazada? Estos son los resultados de saltarse el primer y aplicar sombra de ojos directamente en los párpados. “Esto provoca un look no difuminado que concentra la atención en las sombras y no en tus ojos”, dice la maquillista Erin Guth. Recomienda preparar el área (desde la línea de las pestañas hasta las cejas) con un primer especial para ojos; esto creará un lienzo perfecto para aplicar color impecable de larga duración.
“Recuerda difuminar, difuminar y difuminar, aplicando capas delgadas de sombra hasta obtener la intensidad que deseas. Por favor, no utilices esponjas (ni aplicadores que las incluyan) en esta área”.
Un toque de brillo es bueno, pero aplícate de más y parecerás un cupcake decorado. Para un efecto más sutil, Solomon recomienda elegir un iluminador mate y usar una brocha de abanico para aplicarlo en pómulos, esquinas interiores de tus ojos y a lo largo del puente de tu nariz.
“Todos los días veo mujeres con líneas oscuras en sus mejillas”, dice Penske. Esto se debe a que muchas mujeres caen en la trampa de usar un contour en un color demasiado oscuro. El resultado es una apariencia dura.
Lo que realmente quieres es un producto que apenas dos tonos más oscuro que el color natural de tu piel. Y por supuesto, difuminarlo es clave para lograr una apariencia natural.
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