Los hongos en sus distintas variedades, setas, champiñones, portobello, etcétera, son alimentos nutritivos y populares en la gastronomía, ya que se pueden usar de diversas formas para preparar y acompañar todo tipo de platillos, desde sopas hasta ensaladas. Pero a la hora de cocinar con ellos surge una duda: ¿se deben lavar y desinfectar o no? Aunque la tentación de dejarlos remojando para desinfectar y quitarles los rastros de tierra, los expertos culinarios a menudo aconsejan evitar este paso. ¿Por qué?
Sigue leyendo pues en esta nota, te contaremos por qué los hongos no se deben lavar (al menos no de la forma en la que lo haces con el resto de tus vegetales) y te explicaremos cómo hacerlo correctamente sin arruinar su textura.
Los hongos son un tipo de alimento que se comporta como una esponja. Si alguna vez los has agregado a un salteado, sabrás que absorben esa salsa casi al instante. Se comportan de la misma manera con el agua, cuando entran en contacto con ella, su textura cambia de manera drástica, ya que comienzan a absorber líquido y terminarán como esponjas empapadas; perdiendo prácticamente su textura, junto con todos sus aromas y sabores naturales y quizás hasta parte de sus nutrientes.
A diferencia de las frutas y verduras, los hongos y setas no suelen ser desinfectados con productos químicos debido a su porosidad. La desinfección no es necesaria en la mayoría de los casos, ya que cocinar a temperaturas adecuadas eliminará cualquier bacteria dañina.
En lugar de lavar los hongos y champiñones, los expertos sugieren métodos alternativos para limpiarlos sin comprometer su sabor ni su textura.
Lo que se recomienda es cortar la parte más sucia del pie y luego limpiar con un paño húmedo o un pincel para después dejarlos secar sobre un papel absorbente.
Esta opción es ideal para hongos más delicados y pequeños.
Esta es una buena opción si vas a limpiar una gran cantidad de hongos y quieres ahorrar tiempo.
Pero si estos métodos no te acomodan, no pasa nada si los pasas por un poco de agua rápido y los secas (uno por uno) con papel absorbente. Eso sí, nunca (de los nuncas) los laves con jabón ya que absorben todo y no querrás terminar con hongos sabor jabón.
Recuerda que cada opción de limpieza tiene sus propias ventajas y es adecuada para diferentes tipos de hongos y champiñones. En pocas palabras, cuando se trata de limpieza de hongos, mientras menos contacto con el agua tengan y más secos se mantengan, mejor.
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