Imagina esto: tu perro entra en la habitación como un torbellino, su cola mueve a toda velocidad y, de repente, te lanza una efusiva lamida en la cara. Pero, en lugar de sentir alegría, te invade un olor desagradable. ¡Sí, el mal aliento de tu perro! Aunque puede ser molesto y a veces un poco cómico, detrás de ese aliento puede haber un problema de salud más serio. Así que, sin más preámbulos, vamos a profundizar en las posibles causas de esa “sorpresa olfativa” y cómo solucionarlo.
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¿Sabías que el 80% de los perros mayores de 3 años presentan algún grado de enfermedad periodontal? Esta condición involucra la infección de los tejidos que sostienen los dientes, es decir, las encías. Todo comienza con una acumulación de placa bacteriana que se endurece y provoca inflamación. Si no se trata, puede llevar al dolor, sangrado y pérdida de dientes.
La clave para combatir esto es la prevención. Dedica unos minutos cada día a la higiene dental de tu perro. Un sencillo cepillado con una mezcla de 1 cucharadita de aceite de coco y 1 de bicarbonato puede hacer maravillas. Si tu peludo amigo no está acostumbrado a cepillarse, hazlo gradualmente y recuérdalo con una golosina. Además, no olvides programar una limpieza dental profesional al menos una vez al año.
El mal aliento también puede ser un signo de estomatitis, una inflamación del hocico que a menudo se pasa por alto. Aunque los dientes pueden lucir perfectos, las encías pueden estar dolorosamente inflamadas. Esta condición puede ser resultado de enfermedad periodontal, restos de comida, o incluso enfermedades más serias como la diabetes o la enfermedad renal.
Si notas que el mal aliento de tu perro persiste junto con otros síntomas, es vital visitar al veterinario. La detección temprana puede hacer toda la diferencia.
Al igual que en los humanos, los problemas digestivos en los perros pueden causar un mal aliento penetrante. Algunos perros pueden tener dificultades para digerir ciertos alimentos, lo que provoca fermentación y, por ende, olores indeseables. Asegúrate de elegir un alimento de alta calidad que sea fácilmente digerible.
Contrario a la creencia popular, la comida seca no es la solución para mantener dientes limpios. Dado que los perros carecen de muelas para triturar la comida, la comida seca puede contribuir a la acumulación de sarro. Incluye en la dieta de tu perro huesos crudos de res, que no solo son deliciosos, sino que ayudan a mantener sus dientes más limpios y saludables.
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Si tienes un perro de raza pequeña, presta especial atención a su salud dental. Estas razas son generalmente más propensas a problemas dentales debido a la genética. Asegúrate de brindarles cuidados dentales constantes y revisiones veterinarias frecuentes.
Incluso algunas razas, como los poodles, pueden tener mal aliento sin que haya un problema subyacente. En estos casos, añadir ingredientes frescos como perejil o aceite de coco a su comida puede hacer maravillas por su aliento.
Recuerda que el mal aliento en tu perro no debe ser ignorado; puede ser un signo de problemas de salud subyacentes. Si el mal aliento persiste, no dudes en consultar al veterinario. Mantén a tu compañero peludo feliz y saludable, y que sus lamidos sean siempre bienvenidos, ¡sin sorpresas desagradables!
Con información de Harmonia.la