Durante esta pandemia un sector de la población que ha resultado notablemente afectado por el cambio de vida han sido los niños.
Los expertos alertan que el sedentarismo, la alteración en los horarios de sueño-vigilia, el uso de dispositivos electrónicos por largo tiempo y una alimentación deficiente crean las condiciones idóneas para restar centímetros al crecimiento de los niños.
Tanto niños como adolescentes han tenido que cambiar drásticamente sus hábitos de vida, ya que dejaron de asistir a la escuela y disfrutar de los juegos al aire libre con sus amigos o compañeros.
Esa situación, aunada al estrés y la ansiedad que el encierro ocasiona en los menores, contribuye a frenar su crecimiento y desarrollo normales, advierte el Dr. Carlos Antillón Ferreira, especialista en Endocrinología pediátrica.
El especialista hizo un llamado a los padres de familia a poner más atención en el crecimiento de sus hijos y señaló que durante la pandemia, este depende en parte importante de los hábitos que tengan.
“Como el crecimiento infantil es regulado por diversos factores, recomiendo a los padres vigilar que sus hijos mantengan buenos hábitos en cuanto a actividad física, alimentación y sueño” puntualizó.
La falta de actividad física frena el crecimiento normal de los niños. Se recomienda que los padres motiven a sus hijos a que hagan, por lo menos, entre 40 y 50 minutos de ejercicio al día. El ejercicio, además de estimular el crecimiento, es clave para una buena salud mental.
En estos días de pandemia, es común ver a los niños sentados frente a dispositivos electrónicos, lo que les resta movilidad. El especialista recomienda el establecimiento de horarios para que los menores cumplan con sus tareas de manera regular.
El Dr. Antillón advirtió que la afición a los videojuegos altera los horarios de sueño de los niños y que esto puede restar centímetros en su crecimiento. Existe el mito de que si un niño se desvela con los videojuegos y va a dormir a la 1:00 o 2:00 a.m., su sueño será reparador si se levanta a las 11:00 a.m. o 12:00 p.m., lo cual es una creencia errónea.
“Mientras más horas pase el niño dedicado a los videojuegos u otros dispositivos electrónicos y se desvele en forma habitual, menos centímetros va a crecer, ya que el 70 por ciento de la hormona del crecimiento se libera entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana, siempre y cuando los niños estén dormidos”.
“La dieta diaria de un niño debe incluir proteínas, carbohidratos y grasas de buena calidad, abundantes frutas y verduras. Es necesario evitar el consumo excesivo de grasas saturadas, azúcares, carbohidratos y alimentos procesados o industrializados, sobre todo en estos días de confinamiento, y siempre ir de la mano con las indicaciones del pediatra”.
El Dr. Antillón Ferreira explicó que, en un esquema de crecimiento normal, en estos meses de pandemia los niños pudieron haber crecido 1.5 centímetros. En la adolescencia el ritmo de crecimiento habitualmente se acelera.
“Los padres pueden medir el crecimiento de sus hijos en algún muro de la casa, y cuando llegue el momento de regresar a la escuela, el crecimiento o la falta de él podrá ser comparable con el de sus compañeros y será más notable”.
Para identificar si existe un problema con el crecimiento del niño es importante conocer los estándares de un crecimiento normal. Existe una guía que se conoce como ‘La regla de los cinco’. Dicha regla señala los rangos de crecimiento para un niño sano:
Alrededor del 80 por ciento del crecimiento de un niño ocurre antes de la pubertad, y durante la adolescencia se da un rápido proceso de crecimiento, periodo al final del cual se alcanza la estatura de adulto. En las niñas la pubertad suele iniciar entre los 10 y 11 años y en los varones entre los 12 y 13 años.
“Por ello es importante que, si notan que su hijo no crece de manera normal, los padres consulten al endocrinólogo pediatra antes o al inicio de la pubertad, lo que permitiría estar a tiempo de tratar la deficiencia en la hormona de crecimiento, para lo cual se utiliza una hormona llamada somatropina, cuya estructura es idéntica a la producida naturalmente por el ser humano y con los mismos efectos” puntualizó el Dr. Antillón Ferreira.
El especialista en Endocrinología pediátrica insistió en que los padres deben cuidar los buenos hábitos de los niños —con seguimiento pediátrico— y estar al pendiente de las deficiencias en el crecimiento para que reciban tratamiento oportuno y el niño tenga un desarrollo normal.
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