Sigue estas estrategias para alcanzar un peso saludable, mientras mantienes controlado el nivel de glucosa en la sangre.
Perder esos kilos de más puede mejorar la salud cardiaca y reportar otros beneficios físicos, pero si eres diabético, hay puntos importantes que debes tomar en cuenta.
Importan los hábitos, no la báscula
Maria Ricupero, nutricionista y educadora en diabetes del Hospital General de Toronto asegura que bajar de peso no es tan importante como el impacto positivo que tiene cambiar de comportamiento. Aunque no pierdas kilos, el ejercicio y una dieta saludable pueden mejorar los niveles de glucosa y colesterol en la sangre, la energía, la presión arterial y hasta los patrones de sueño.
No te saltes comidas
Si quieres reducir la ingesta calórica, puede ser tentador no comer o reemplazar alimentos con jugos. Pero es importante consumir alimentos sólidos al menos cada cuatro o cinco horas para mantener estables los niveles de azúcar en la sangre, afirma Ricupero; además, los jugos suelen carecer de fibra y pueden provocar picos de glucosa, agrega.
Un nutricionista te ayudará a reducir de forma segura el consumo de calorías y a tomar decisiones más saludables.
Lleva una dieta balanceada
Desterrar los carbohidratos puede parecer la solución perfecta para reducir el nivel de glucosa en la sangre y perder peso; no obstante, hacerlo puede traer otros problemas de salud. “Si la gente solo come proteínas y grasas, puede notar una mejora en los niveles de glucosa, pero también puede aumentar los niveles de colesterol”, advierte Kathy Dmytruk, nutricionista y educadora en diabetes de Edmonton.
Explica que la fibra, que abunda en las fuentes saludables de carbohidratos, como los granos enteros, baja los niveles de colesterol, algo vital para la salud cardiaca.
Incluye actividad física
Si aún no haces ejercicio, Ricupero dice que deberías empezar ya. “No tiene que ser sofisticado o caro”, señala. Añade que caminar es un buen punto de partida. “Lo que sea que hagas, comienza gradualmente y avanza a partir de ahí”. Aunque se recomiendan 30 minutos de actividad al día, puedes iniciar con 15 minutos y agregar cinco cada semana.
Revisa tus niveles de glucosa después de ejercitarte, aconseja Ricupero: te motivarás más al ver los beneficios inmediatos y la caída de esta cifra.
Ajusta la dosis
Si tomas medicamentos para que el páncreas secrete insulina, Dmytruk dice que es importante notificar al médico si cambian tus hábitos alimentarios. Al comer menos, quizá necesites menos insulina o medicamentos. Cuando algunas personas no ajustan su insulina en relación con la cantidad de carbohidratos que consumen, comen más para estabilizar sus niveles, una práctica que Dmytruk llama “alimentar la insulina”; esto provoca que subas de peso.
Deberías ajustar tus medicamentos según los alimentos que consumes, no al revés.
Duerme lo suficiente
Cuando se trata de mantener un peso saludable, es importante cerrar los ojos, pues ayuda a regular las hormonas del hambre y te da la energía para hacer ejercicio. Sin embargo, asegurarse de tener un buen descanso en la noche puede ser un reto para los diabéticos, quienes son propensos a sufrir apnea del sueño. “Esto causa que dejen de respirar mientras duermen y genera falta de oxígeno, así que sienten que se asfixian”, dice Ricupero.
“El resultado es la liberación de hormonas de estrés, que elevan los niveles de glucosa en la sangre”. Si roncas o te sientes muy agotado durante el día, habla con el médico al respecto para solicitar un estudio del sueño.