Sigue estos sencillos consejos que te ayudarán a conservar tu calzado reluciente.
Papel de burbujas para los zapatos
No necesita comprar hormas costosas para mantener los zapatos en buen estado: utilice papel de burbujas. Corte dos pedazos de papel de burbujas, enróllelos e introdúzcalos en los zapatos o en las botas.
Al empacar una maleta para un viaje, retire el papel e introduzca en los zapatos pantimedias o calcetines para cuidarlos y para ganar espacio en la maleta. Use el papel para envolver los zapatos y evitar que ensucien su ropa limpia; así matará dos pájaros de un tiro.
Una cuchara es también un calzador
Las hermanastras de Cenicienta batallaban para introducir los pies en las zapatillas de cristal, pero usted no tendrá estos problemas incluso si no tiene un calzador. Tome de la cocina una cuchara y úsela como calzador.
Cera para zapatos instantánea
No necesita gastar dinero en cera para zapatos para conseguir el brillo que busca. Sólo vierta unas cuantas gotas de aceite para bebé o incluso de aceite de ricino en la piel deslucida y frote con un trapito. Sus zapatos no sólo brillarán de nueva cuenta, sino que la piel se suavizará.
Estos aceites lubrican la piel y suavizarán los puntos rugosos. También funcionan en las botas de charol y de piel, en chamarras, bolsas, cinturones y portafolios.
Talones gastados
Son los mejores zapatos de tacón alto que se ha comprado y se ven como nuevos, salvo por la piel gastada y despegada del talón. Arréglelos con una secadora de pelo y con pegamento para piel. El calor suavizará tanto el pegamento original como la piel, permitiéndole estirarla de arriba hacia abajo. Pegue cualquier orilla despegada y ¡estará lista para caminar por todo lo alto!
Cubra las manchas con un marcador
Si sus zapatos negros están sucios y no tiene tiempo de encerarlos, elija un marcador permanente que sea del color del zapato y coloree las manchas.