Pero la reina se lo prohíbe: las amazonas han permanecido lejos de la corrupción que Ares, dios de la Guerra, dejó en la humanidad. Por supuesto, Diana pide a su tía Antíope que la entrene en secreto. Y es algo bueno, porque aunque las amazonas permanezcan en su paradisiaca isla, la Primera Guerra Mundial se acerca a ellas… y Diana, ya interpretada por Gal Gadot, querrá intervenir para que la paz regrese al mundo.
Así empieza “Mujer Maravilla”, la cuarta película en el Universo Cinematográfico de DC Comics. Es cierto que ya conocíamos a Diana por su participación en “Batman vs Superman”, pero esta cinta no solo nos muestra su origen, sino que reconcilia a la personalidad amorosa de los cómics con la pragmática guerrera que enfrentó a Doomsday y que volveremos a ver a finales de año en “La Liga de la Justicia”.
“Mujer Maravilla” tiene muchas diferencias con las películas anteriores de DC. La más obvia es su color, con contrastes entre la hermosa Themyscira, la grisácea Londres y los devastados campos de batalla en Bélgica. También está su mayor sentido del humor. Pero hay una más profunda. Mientras que “El hombre de acero” nos presenta a un Superman lejano al idealista personaje de los cómics, la directora Patty Jenkins no se separa del personaje originalmente presentado en papel.
Diana es una excelente guerrera, firme y valiente, pero no por eso deja de ser dulce, compasiva y amorosa. No se une al piloto Steve Trevor (Chris Pine) para vengar a algún pariente, sino porque sinceramente cree que Ares está detrás de la guerra y que, como amazona, puede ayudar a detenerlo. Esta combinación de color e idealismo fue lo que identificó a los personajes de DC Comics desde su origen, y resulta decepcionante que sea hasta hoy que se refleje en su Universo Cinematográfico.
Si bien algunos villanos están exagerados, y la película se cae un poco en el tercer acto, “Mujer Maravilla” es un gran ejemplo de por qué Hollywood debería confiar más en historias de acción protagonizadas por superheroínas. Parece apropiado que este cambio, que de repente ha vuelto más atractiva a “La Liga de la Justicia”, sea encabezado por mujeres frente y detrás de la cámara… y que, esperemos, inspire a muchas otras de todas las edades a encontrar su propia y maravillosa valía.
Pelé: Un joven futbolista sale de los barrios más pobres de Brasil y se convierte en una leyenda. El Rey Pelé es un superhéroe en el soccer, así que es propio dramatizar su historia de origen. La cinta cae en los clichés propios de este tipo de historia, pero siempre da gusto recordar en qué consiste el “juego bonito”.
A un lado, Freddy y Jason: Sadako y Kayako, los espíritus vengativos de “El Aro” y “La Maldición”, están de regreso. Dos adolescentes deducen que sería mejor que Sadako y Kayako se destruyeran entre sí en lugar de morir a sus manos. Ve esta película japonesa antes de que en Hollywood filmen el inevitable remake.
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