La satisfacción de los mexicanos con su vida mejoró durante el último año, alcanzando un promedio general de 8.6 sobre 10 en junio de 2025, un aumento notable desde el 8.3 registrado en julio de 2024. Sin embargo, este optimismo general oculta una profunda preocupación por la inseguridad y otros aspectos de la vida pública, según revelan los últimos Indicadores de Bienestar Autorreportado (BIARE) del Inegi.
El informe pinta un retrato de contrastes: mientras la gente se siente muy satisfecha con su vida personal, familiar y su autonomía, la calificación que le otorgan al país y a su seguridad sigue siendo alarmantemente baja.
La doble cara del bienestar: Lo personal vs. Lo público
El estudio muestra una clara división entre la esfera privada, que recibe altas calificaciones, y la pública, que genera una considerable insatisfacción.
Dominios de Alta Satisfacción Los aspectos mejor evaluados son aquellos sobre los que las personas sienten tener control directo.
- Libertad para decidir sobre su vida: 9.1
- Vivienda: 8.9
- Relaciones familiares: 8.8
- Actividad u ocupación principal: 8.8
Las Grandes preocupaciones La seguridad ciudadana se consolida como el tema de mayor insatisfacción, con una calificación reprobatoria que evidencia un malestar generalizado.
- Seguridad ciudadana: 6.2
- Calidad del medio ambiente: 7.2
- El país: 7.5
- La ciudad en la que viven: 7.7
El termómetro emocional: Brechas de género y edad
El balance anímico, que mide la prevalencia de emociones positivas frente a negativas, obtuvo un promedio general de 5.4. Sin embargo, este número revela importantes diferencias:
- Por género: Los hombres reportaron un mejor estado de ánimo (5.7) que las mujeres (5.2).
- Por edad: El grupo de 18 a 29 años presentó el promedio más bajo (5.2). Dentro de este, las mujeres jóvenes tuvieron la calificación más baja de todos los grupos analizados (4.6), señalando un desafío particular en el bienestar emocional de este sector.
El sentido de la vida y el reto de la resiliencia
El informe también mide la eudemonía, que refleja el sentido de propósito y realización personal.
En general, los mexicanos se sienten dueños de su destino, calificando con 9.4 el enunciado “soy una persona afortunada” y con 9.3 “soy libre para decidir mi propia vida”.
En contraste, el mayor reto emocional reportado es la resiliencia. El enunciado “cuando algo me hace sentir mal, me cuesta volver a la normalidad” obtuvo la calificación más baja (5.0), siendo de nuevo las mujeres (5.2) quienes reportan mayor dificultad para recuperarse que los hombres (4.7).
Un optimismo personal frente a un entorno desafiante
Los datos del Inegi sugieren que, si bien la satisfacción general con la vida en México va en aumento, este bienestar se construye principalmente sobre pilares personales y familiares.
La resiliencia y el sentido de control sobre la propia vida contrastan fuertemente con la percepción de un entorno público inseguro y un país que no satisface las expectativas.
El reto, por tanto, es cómo traducir esa fortaleza individual en una mejora del bienestar colectivo.