El hemisferio norte le da la bienvenida al otoño. Esta estación se extiende hasta el 21 de diciembre y marca la transición entre el verano caluroso y el invierno frío. Su inicio coincide con el equinoccio de otoño, cuando el día y la noche duran casi lo mismo.
Una de las señales más visibles del otoño es el cambio en el color de las hojas. Árboles como los arces y los robles transforman su follaje en tonos rojos, naranjas y dorados antes de dejarlo caer. Esto ocurre porque la clorofila, responsable del color verde, desaparece al reducirse la luz solar.
Efectos del otoño en la naturaleza
El descenso de temperaturas y la reducción de horas de luz tienen efectos en toda la naturaleza. Algunos animales, como los osos, comienzan a prepararse para hibernar. Otros, como las aves migratorias, emprenden largos viajes hacia regiones más cálidas para sobrevivir al invierno.
En el mundo vegetal, muchas plantas entran en reposo para ahorrar energía. Los árboles caducifolios dejan caer sus hojas como estrategia de supervivencia. Además, el suelo se enriquece con materia orgánica gracias a esta caída masiva de hojas secas.
Época de cosechas, celebraciones y festivales
Otoño también es época de cosechas. Frutas como manzanas, granadas y calabazas alcanzan su punto ideal de madurez. En muchas regiones se celebran ferias y festivales agrícolas, como el Oktoberfest en Alemania o el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos.
En esta estación, el cielo se vuelve especialmente interesante. Se pueden observar lluvias de meteoros como las Dracónidas y las Leónidas, visibles en octubre y noviembre. Además, el aire más frío y seco favorece cielos despejados y atardeceres más intensos en color.
Curiosidades del otoño
El cuerpo humano también siente el cambio. Los niveles de energía pueden variar y algunas personas experimentan el llamado “trastorno afectivo estacional”. Sin embargo, el clima fresco y los paisajes inspiradores también invitan a la reflexión y al descanso.
Culturalmente, el otoño ha sido una fuente de inspiración constante. Es una temporada asociada con la nostalgia, el misterio y la transformación.
No es casual que tantas historias de fantasmas, leyendas y celebraciones como Halloween ocurran durante estos meses.
Así, el otoño no es solo una estación de transición, sino una época rica en contrastes. Marca el fin de un ciclo activo y el inicio de una pausa necesaria.
Con su mezcla de color, cambio y calma, nos recuerda que la belleza también está en dejar ir.