Mascotas
Descifra las cosas que tus perros o tus gatos no te dicen
Se considera a los perros los mejores animales de compañía por su capacidad para comunicarse con el ser humano; sin embargo los gatos no se quedan atrás.
Se considera a los perros los mejores animales de compañía por su capacidad para comunicarse con el ser humano; sin embargo los gatos no se quedan atrás.
Se considera a los perros los mejores animales de compañía porque es la especie con mejor capacidad para comunicarse con el ser humano; sin embargo los gatos no se quedan atrás.
De hecho, ellos suelen entender perfectamente nuestro lenguaje corporal, e incluso, sentir nuestro estado de ánimo mejor que nosotros.
Una de las claves para saber entenderlo es observarlo e interpretar su postura, sus gestos, su hocico, su pelo y su cola.
Crees que mi meneo de cola siempre es una invitación a que me acaricies más. ¡Error! Investigadores italianos descubrieron que los perros menean la cola ligeramente hacia la derecha cuando ven algo que les gusta, y hacia la izquierda cuando se topan con algo de lo que prefieren alejarse.
Te encanta jugar conmigo con un puntero láser, pero soy un gato frustrado porque vivo para cazar y no puedo atrapar la luz. Si insistes en usar el puntero, por favor, dame un juguete real al final; así tendré algo que atrapar y “matar”.
Eso hará que el juego valga la pena.
Por favor, no me presiones cuando voy al baño… Hay una razón por la cual los perros caminamos en círculos antes de defecar: por instinto buscamos alinearnos con el campo magnético de la Tierra antes de eliminar nuestros desechos.
Para comprobar esto, unos científicos observaron a 70 perros evacuando 1,893 veces durante un periodo de dos años.
Como un animal de costumbres, hasta un cambio sutil en mi comportamiento es una señal de alarma de que podría estar enfermo. Si comer me lleva una hora en vez de los dos minutos habituales, si me canso muy pronto, o si estoy tomando más agua de lo normal, llévame al veterinario.
Ten cuidado porque me voy a comer tus calcetines o zapatos, sobre todo si te los acabas de quitar. No es nada raro que los veterinarios tengan que retirar quirúrgicamente de vientres de perros estas prendas.
Si orino fuera de la caja no es que sea malévolo, sino que algo me está estresando. Puede ser la presencia en la casa de una persona, una mascota e incluso un mueble nuevo, que podrían estar invadiendo mi territorio felino.
Por mucho calor que haga o por largo que tenga el pelo, no hace falta que me lo cortes. Al contrario, mi capa peluda me aisla del calor y me ayuda a estar fresco.
Sólo asegúrate de mantener mi pelo cepillado y sin nudos para facilitar una buena circulación de aire.
Si me dejas solo en el patio cuando estás fuera de casa, no creas que voy a correr todo el día y a divertirme. Lo más probable es que me eche en un rincón y espere allí hasta que vuelvas.
Los perros somos animales de guardia y muchos preferimos estar en el interior, de ser posible contigo.
Soy un gato, pero adiestrarme no es imposible. Puedo aprender a sentarme, acudir a tu llamado, tocar un objetivo con mi nariz, saltar a través de un aro, palmear mi pata con tu mano y usar el arenero tan o más aprisa que un perro.
Busca en YouTube algunos tutoriales geniales para alcanzar juntos el objetivo.
Habla con el veterinario antes de someterme a una dieta de comida casera. En 2013, investigadores de la Universidad de California en Davis examinaron 200 recetas de comida casera para perro y descubrieron que 95% de ellas tenían deficiencia grave de algunos nutrientes.
¿Estás pensando en conseguirme un compañero? Me llevaré mejor con un gato del sexo opuesto que sea un poco más joven que yo, pero no te limites a dejarnos juntos en un cuarto. Pregunta al veterinario cómo presentarnos poco a poco.
Cuando me pongo a ladrar, saltar o jalar un trapo de la cocina, no estoy tratando de molestarte. Simplemente ¡estoy aburrido! ¡Quiero tu atención! Por favor, deja el teléfono y juega conmigo.
Me encantan los juguetes de lujo y los sofisticados, pero puedo divertirme también con una bolsa de papel, una pelota de papel, una pelota de papel de aluminio o una caja de cartón.
En realidad, es bastante fácil hacer un juguete casero que me guste. Todo objeto que sea brillante o que pueda yo arañar me alegrará el día.
Recuerda: mi aparato digestivo es muy diferente del tuyo. Las uvas y las pasas pueden causar daños en mis riñones.
Otros alimentos peligrosos para un perro son el chocolate, el café, las nueces de macadamia y el aguacate. Ni siquiera me dejes probarlos.
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