La risa, remedio infalible: Me alojé en un hotel

Me alojé en un hotel donde las toallas eran tan gruesas, que a duras penas pude cerrar mi maleta.

Adam Joshua Smargon, Estados Unidos

Una manada de leones, una bandada de gansos… y así podríamos clasificar a los siguientes grupos:

• Una travesura de chicos.

• Un cuchicheo de jovencitas.

• Un tambaleo de borrachos.

• Un tedio de contadores.

• Una sutura de médicos.

• Un bostezo de cocodrilos.

• Una poltronería de políticos.

rd.com

Dos antenas de televisión se conocieron en un techo. Se enamoraron y se casaron. La ceremonia religiosa dejó mucho que desear, pero la recepción estuvo magnífica.

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No quiero que la gente piense que comemos fuera de casa muy a menudo, pero últimamente he notado que cuando llamo a los niños a comer, ellos corren al auto.

Julie Kidd, comediante

Un sacerdote y un rabino están de pie a la orilla de la carretera, sosteniendo un letrero que dice: “¡El final está cerca! ¡Toma otro camino antes de que sea demasiado tarde!”

Al leer el letrero, un conductor que va pasando por allí les grita:

—¡Están locos de remate!

Tras acelerar y alejarse, del otro lado de la curva se oye un chirrido de neumáticos, y en seguida un objeto pesado cayendo al agua.

El sacerdote voltea a ver al rabino y le pregunta:

—¿No crees que simplemente deberíamos poner un letrero que diga “Puente derrumbado”?

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Me gustaban mucho los caramelos Nerds, pero dejé de comerlos cuando me di cuenta de que, en mi caso, en esencia era canibalismo.

Rob O’Reilly, comediante

El fisiólog0 iván pavlov entra a un bar justo cuando el cantinero toca la campana para anunciar la última ronda. ¡Diablos!, piensa Pavlov. Olvidé darle de comer al perro.         

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Estoy seguro de que las cucarachas que hay en mi casa recibieron entrenamiento militar. Coloqué una bomba para exterminarlas… ¡y la desactivaron!    

Jay London, comediante

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