¿Alguna vez has tomado un medicamento “inofensivo” y después te has sentido más lento, desconcentrado o con los reflejos disminuidos? No es casualidad. Diversos fármacos de uso diario —incluidos varios de venta libre— pueden afectar la atención y el tiempo de reacción de forma similar a cuando una persona maneja con alcohol en la sangre.
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La Universidad de Salud de Utah analizó recientemente estos efectos y advirtió que muchos de los medicamentos que solemos usar para alergias, resfriados, malestares digestivos o insomnio pueden alterar la capacidad de conducción, aun cuando quien los toma siente que “está bien”.
Medicamentos comunes que pueden comprometer tu seguridad al manejar
Aunque no siempre lo notamos, varios grupos de medicamentos tienen un impacto directo en el sistema nervioso central. Algunos provocan somnolencia; otros, visión borrosa, confusión o mareos. Los especialistas destacan:
Antihistamínicos
Incluyen fármacos usados para alergias y resfriados. Pueden generar somnolencia intensa y hacer más lento el tiempo de reacción, incluso en sus versiones “no sedantes”.
Descongestionantes nasales
Pueden causar sensación de nerviosismo, mareo o confusión, lo que afecta la concentración al manejar.
Medicamentos para diarrea o náuseas
Sustancias como loperamida o compuestos de bismuto pueden generar visión borrosa o sedación ligera.
Antieméticos
Usados para el mareo por movimiento o náuseas, pueden disminuir la coordinación.
Fármacos para dormir
Sus efectos pueden extenderse hasta la mañana siguiente y generar una especie de “resaca farmacológica”.
“Muchos de estos medicamentos tienen algún tipo de efecto sedante”, señalan los especialistas, lo que implica reflejos más lentos, menor capacidad de atención y movimientos más torpes.
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¿Por qué se comparan estos efectos con manejar alcoholizado?
No se trata de una exageración. Los investigadores explican que algunos fármacos alteran la percepción y el tiempo de respuesta de formas similares a los niveles elevados de alcohol en sangre.
La FDA de Estados Unidos incluso advierte que ciertos medicamentos no deben combinarse con actividades que requieren precisión, como manejar u operar maquinaria.
Cómo saber si puedes manejar de forma segura
La recomendación principal es sencilla: leer las etiquetas antes de conducir. Muchas incluyen advertencias como “Puede causar somnolencia” o “No operar maquinaria pesada”, y sí, esto también se refiere al automóvil.
Otros consejos útiles:
- Evita conducir si notas mareo, visión borrosa o sueño.
- Consulta con un médico si usas medicamentos de forma prolongada.
- Considera esperar algunas horas después de tomarlos antes de ponerte al volante.
- Si tienes dudas, un farmacéutico puede orientarte sobre los efectos secundarios menos evidentes.
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Un riesgo que pasa desapercibido
El mayor peligro, explican los expertos, es que la gente no suele asociar estos medicamentos cotidianos con un problema de seguridad. Al ser fármacos conocidos y de fácil acceso, se subestima su impacto en la conducción.
Pero una simple pastilla para alergias, insomnio o mareo puede comprometer la atención de manera significativa. Y eso es suficiente para convertir un trayecto rutinario en un riesgo serio.