Mejora tus cifras de presión sistólica fácilmente
¿Cómo mejorar tus cifras de tensión sistólica, evitar errores al tomarte la presión y, quizá, vivir más años? He aquí algunos trucos.
Si eres hipertenso, disminuir tu presión sistólica (el número de arriba; el otro es la diastólica, que desciende por sí sola después de los 55 años) podría salvarte la vida. Esto ha llamado la atención de los médicos desde hace unos años.
Durante un estudio realizado en 2015, quienes alcanzaron presiones sistólicas de 120 mmHg corrieron un riesgo 25 por ciento menor de sufrir infartos y 43 por ciento menor de morir por problemas cardiovasculares que quienes registraron 140 mmHg.
Adelgazar, ingerir menos sodio, ejercitarse más y dejar de fumar son excelentes remedios naturales para bajar tu presión sistólica de forma significativa y duradera. El doctor podría indicarte, además, un medicamento. ¿Necesitas otro empujoncito para lograrlo? Hay trucos menos conocidos que te ayudarán a reducir algunos puntos dentro y fuera del consultorio.
Los efectos de estas medidas podrían ser temporales; el objetivo es garantizar que el procedimiento arroje resultados confiables y que te olvides de las cifras infladas.
La próxima vez que la enfermera te pida subir a la mesa de exploración para tomarte la presión, dile que no. “Cuando los pies cuelgan, uno simplemente no está ni de pie ni sentado.
Esto puede alterar los resultados porque la presión no es la misma al estar parado que al estar recostado”, aclara la doctora Nieca Goldberg, directora médica del centro de salud femenina Joan H. Tisch en el Hospital Langone de la Universidad de Nueva York.
Mejor siéntate en una silla con la espalda pegada al respaldo y los pies apoyados sobre el piso (¡no cruces las piernas!).
Si el brazo está muy arriba o muy abajo durante la revisión, el corazón bombeará con más fuerza para que la sangre siga circulando. Esto puede elevar la presión.
“El brazo debe estar a nivel del corazón sobre una superficie plana; otra opción es dejar que lo sostenga la persona que te toma la presión”, sugiere la doctora Goldberg.
Durante un estudio hecho en Japón en más de 21,000 adultos (algunos con presión normal y otros hipertensos), quienes respiraron profundamente seis veces en los 30 segundos previos a su consulta médica arrojaron cifras de presión sistólica tres puntos por debajo de lo observado en quienes se mantuvieron en reposo y sin ejercicios de respiración en ese mismo periodo.
El hábito de apartar un tiempo para hacer respiraciones profundas a diario prolonga estos efectos. Según otras investigaciones, los pacientes habituados a respirar lentamente con el Resperate (dispositivo que marca el ritmo, autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) consiguieron arrojar cifras bajas de presión arterial durante un periodo de ocho o nueve semanas.
Durante diversos estudios en 856 voluntarios, los pacientes hipertensos que consumieron productos de cacao ricos en flavanol alcanzaron cifras de presión sistólica 4 puntos por debajo de sus valores iniciales. Necesitarías consumir al menos 30 miligramos de este compuesto al día durante dos semanas para notar los efectos.
Desafortunadamente, casi ningún fabricante incluye el contenido de flavanoles en sus productos. En general, el chocolate oscuro y el cacao natural en polvo sin endulzar resultan más benéficos que el chocolate con leche o el cacao en polvo con proceso holandés.
Durante un pequeño estudio realizado en 2014, adultos sanos usaron pinzas con resortes para ejercitar sus antebrazos 15 minutos tres veces por semana.
Tras 10 semanas, la presión sistólica de los participantes había bajado 10 puntos. Puedes adquirir dichas pinzas en línea o en una tienda deportiva.