Las mejores estrategias implican encontrar una manera de relacionar los números, entenderlos y acompañarlos de otros elementos para que tengan sentido.
Sabemos que las personas pueden conservar alrededor de siete dígitos en su memoria de trabajo o de corto plazo. Ese es el motivo por el que los números de teléfono tienen (o tenían) siete dígitos.
La mayoría de las veces incorporamos a la memoria de largo plazo números telefónicos que usamos con frecuencia simplemente porque los marcamos una y otra vez.
Pero recordar otros números de un día para otro requiere de cierta estrategia. Las mejores estrategias implican encontrar una manera de relacionar los números, entenderlos y acompañarlos de otros elementos informativos para que tengan sentido (y por lo tanto resulten fáciles de recordar) y no sean aleatorios.
Las investigaciones demuestran que usar estrategias numéricas pueden mejorar de manera considerable las habilidades de la memoria, y los científicos se han esforzado por encontrar la mejor técnica.
Los investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia, descubrieron el secreto: no existe una única y mejor estrategia de memoria. Siempre y cuando uses alguna estrategia, tu memoria para los números mejorará de manera significativa.
Existen varias maneras clásicas para recordar números, pero las consideramos demasiado complicadas, pues una implica sustitución de palabras por números, lo que requiere de muchísima práctica, mientras que las dos que citaremos a continuación son más amigables.
Muchos adictos a las matemáticas son muy buenos para recordar números porque se las arreglan para encontrarles un sentido. Por ejemplo, muéstrale a un mago de las matemáticas el número 4824 y podría de inmediato pensar que es un número de cuatro dígitos cuyos primeros dos números son el doble de los dos últimos.
Si no posees ese don encuentra una forma diferente de establecer relaciones en el número. Por ejemplo, un aficionado a la historia puede relacionar todos los números con fechas significativas, un bibliotecario puede ubicar los números en el contexto de un sistema decimal Dewey y un fanático del futbol puede asociarlos con los números de sus jugadores favoritos o con el resultado de los partidos.
También se les puede relacionar con las edades y los cumpleaños de los familiares que uno sabe que le vienen a la mente enseguida.
Dividir número largos hace que sea más fácil recordarlos. Piensa en un número de teléfono. En Estados Unidos se separa el número en tres partes: el código de área seguido por tres dígitos, seguido por cuatro dígitos (555-231-1002). En voz alta se leen con las mismas separaciones y se espera que las personas los digan de esa forma. Puede ser confuso oír o ver el número de teléfono expresado de una manera diferente.
Por ejemplo, 55-523-11002 es el mismo número, pero se ve y suena distinto y parece poco manejable. Aprende a ver y oír números en partes que tengan sentido para ti.
