Se ha hablado ampliamente de la regla del ABCDE del melanoma que ayuda a las personas en la detección de cambios en forma temprana de los lunares como asimetría, bordes, color, diámetro y evolución.
Sin embargo, algunos tipos de melanoma no presentan estas características, así que es importante mantenerse alerta y notificar cualquier otro cambio en la piel o crecimientos que se observen como algo distinto al resto de los lunares.
Señales de advertencia en el melanoma
- Una llaga o ulceración que no sane
- Propagación del pigmento del borde de una mancha
- Enrojecimiento o una nueva hinchazón más allá del borde del lunar
- Cambio en la sensación (comezón o dolor a la palpación)
- Cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado o la apariencia de una protuberancia o nódulo)
Algunas veces resulta difícil distinguir la diferencia entre el melanoma y un lunar ordinario, por lo tanto, resulta importante mostrar al dermatólogo cualquier lunar dudoso.
Una pequeña porción de melanoma comienza en lugares distintos a la piel. Estos sitios pueden ser:
- Debajo de las uñas de la mano o de un dedo del pie
- Dentro de la boca
- Incluso en la parte coloreada del ojo (iris)
Por ello es fundamental que cualquier punto nuevo o cambiante en estas áreas sea revisado por un especialista.
Los melanomas son el tipo de cáncer de piel más peligroso en comparación con aquellos en piel de células basales y escamosas. Su peligrosidad radica en que tiene más probabilidad de propagarse a otras partes del cuerpo si no se detecta a tiempo.
Este cáncer puede diagnosticarse en sus inicios a través del autoexamen de la piel y los exámenes de rutina con un dermatólogo. Lo más recomendable es que te familiarices con tu piel para detectar cualquier nuevo lunar o cambios en los existentes y nuevas marcas y no está de más que lleves un control de lunares y manchas.