En México es difícil que las personas se realicen una prueba de audición, por lo que el diagnóstico de pérdida auditiva resulta en ocasiones tardío.
Aunque alrededor del mundo existen unos 500 millones de habitantes con algún tipo de pérdida auditiva, y se estima que en 30 años el número crecerá un 180 por ciento —lo que se traduce en que 1 de cada 10 personas padecerá afecciones de este tipo— a nivel internacional el 41 por ciento de la población no se realiza ningún tipo de chequeo auditivo, pues no lo considera una prioridad, según un estudio llevado a cabo por ME-DEL.
Con base en el mismo estudio antes mencionado, en México el porcentaje de personas que nunca se ha realizado un chequeo de audición es cercano al 50 por ciento, por lo que el diagnóstico de este padecimiento resulta en ocasiones tardío.
La pérdida auditiva tiene lugar cuando una o más partes del o los oídos comienzan a tener problemas o existe algún impedimento para escuchar de forma adecuada. Esta afección puede ser total o parcial
En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, alrededor del 12 por ciento de la población tiene algún tipo de pérdida en diferentes niveles, lo que equivaldría a llenar casi ocho veces el Estadio Azteca.
Resulta alarmante como los índices de esta enfermedad se elevan cada vez más y las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud no son favorecedoras.
El ruido es una importante causa evitable de pérdida auditiva
Existen diferentes tipos de pérdida auditiva en distintos niveles, por lo que cada una se maneja de forma específica tomando en cuenta el perfil de cada paciente, apunta la Dra. Jimena Atuán Rodas, especialista en Audiología, Foniatría y Otoneurología de MED-EL.
“No podemos brindarle la misma solución a alguien que fue diagnosticado con una hipoacusia neurosensorial grave que a una persona con hipoacusia conductiva leve” añade.
Los tipos de hipoacusia son conductiva, neurosensorial, mixta y retrococlear; los grados van del leve, moderado, severo y profundo.
Se presenta cuando hay un problema en el oído externo o medio que impide que el sonido se transmita adecuadamente. En algunos casos puedes ser temporal y dependiendo de la causa específica del problema, se puede solucionar con medicación, cirugía o un implante de oído medio.
Alteración en el oído interno que se produce cuando las células ciliadas de la cóclea están dañadas. En algunos casos se puede presentar pérdida auditiva en las frecuencias altas. Ésta puede ser corregida con un implante coclear.
Es la combinación de una pérdida auditiva neurosensorial y conductiva. Se produce como consecuencia de problemas tanto en el oído interno, externo o medio. Entre las opciones de tratamiento se encuentran la medicación, la cirugía, los audífonos o el implante de oído medio.
Se presenta cuando el nervio auditivo sufre un deterioro y puede ocasionar una pérdida auditiva retrococlear. Este tipo de pérdida suele ser profunda y permanente. Los audífonos y los implantes cocleares no son efectivos, ya que el nervio no puede transmitir la información sonora necesaria al cerebro.
En infinidad de casos un Implante de Tronco Cerebral (ABI) puede ser una opción terapéutica.
Para cada tipo de pérdida existe una solución viable. Las opciones van desde implantes cocleares, estimulación eléctrico acústica combinada, implantes de oído medio, implantes de conducción ósea y el sistema de conducción ósea, pero eso solo lo decidirá un especialista.
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