El misterio en torno a las “luces del terremoto”
La madrugada de este viernes, durante el sismo en la CDMX, en las redes sociales, empezaron a “subirse” videos de extrañas luces en diferentes partes.
Muchas personas aseguran que estas luces son la presencia de seres de otros mundos, augurios de más catástrofes naturales, la manifestación de seres divinos o algún experimento “clasificado”.
Lo ciertos es que se trata de un hecho que no es nuevo y que se tiene documentando en varias partes del mundo.
La GeoScienceWorld, en su estudio “Cartas de investigación sismológica” señala que la presencia de luces antes, durante y después de un movimiento telúrico se investiga desde 1885.
El texto señala que estos fenómenos se han documentado desde el siglo XIX principalmente en Europa y América, donde se tienen referencias documentales, situación que no se ha podido hacer en Asia, sin embargo, existen versiones de luces en temblores de esa zona.
Después de varios años de investigaciones en el que se analizaron 65 movimientos telúricos (27 en América y 38 en Europa) el estudio señala que las luces de terremotos se presentan en sismos con epicentro en zonas de intraplacas, es decir, donde dos o más placas tectónicas se encuentran.
El sismo que se registró la madrugada del viernes tuvo su epicentro entre las placas de Cocos y la del Caribe, en el Pacífico sur mexicano.
El documento refiere que la presencia de las llamadas “luces de Terremoto” “EQL-Earth Quake Light”, se genera por la presencia de piedras portadores de carga eléctricas en condiciones de alto estrés.
En base estudios realizados en 2012, con rocas como cuarzos, piedra caliza y mármol, se demostró que los portadores de carga electrónicos se activan en las rocas cuando se someten a intensas fuerzas y las rocas se rompen, convirtiéndose en semiconductores.
Estos semiconductores, tienen la capacidad de fluir fuera de la roca generando un rayo de luz, como los observados la madrugada de este viernes en la Ciudad de México.
El estudio señala que la intensidad del sismo no es un factor para la presencia de luminosidad, ya que en los casos documentados los movimientos van de los tres grados de intensidad a los 9.5.
Sin embargo la intensidad del movimiento si es un factor para la distancia en que se presentan las luces, por ejemplo, en el caso de los sismos que afectaron la comunidad de Nuevo Madrid – valle del río de Mississippi – Estados Unidos, entre diciembre de 1811 y febrero de 1812, se observó presencia de luz a 600 kilómetros del epicentro.
Por lo que la presencia de luces durante la madrugada del viernes no tiene ningún significado diferente, solo se trata de un hecho físico documentados por diferentes especialistas y que ciertamente requiere de mayor investigación.
Así el cielo durante el #Sismo pic.twitter.com/zlcPA7YSDM
— L4L0 (@lalocedeno) 8 de septiembre de 2017
Diversas investigaciones aseguran que el fenómeno de las “Luces del Terremoto” son el resultado de la fricción dentro del choque de dos fallas lo que calienta a las piedras generando calor y la acumulación de gases lo que genera las luces, sin embargo, científicos destacan que el calor no se mueve tan rápido para salir en forma de luz durante un sismo.
Otra teoría es la presencia de gas de Radón el cual tiene propiedades radiactivas y el cual se libera durante el sismo produce iluminaciones. Sin embargo, esto no explicaría como sube la luz al cielo y el hecho de que después de un sismo no hay variaciones en los niveles de radiación.
Para otros estudiosos las “Luces del Terremoto” son un efecto de fotoluminiscencia, cuando determinados materiales son irradiados con luz visible o ultravioleta, sin embargo, esta teoría es difícil de comprobar debido a que no hay una constante de luz.
También se dice que las luces que se observan antes, durante y después de un sismo se registran por los fluidos moviéndose en estrechas grietas los cuales se cargan eléctricamente, sin embargo, los niveles de energía no son altos.
Otra hipótesis destaca las propiedades eléctricas de las rocas cuando presentan átomos de oxígeno y estos se ionizan enlazados a los silicatos. Cuando esto sucede se rompen los enlaces resultan un par de agujeros de carga positiva denominado P-Agujero como sucede en los semiconductores los que se comportan como cargas eléctricas.
En un terremoto donde las rocas están sometidas a grandes presiones, una nube de estos agujeros de carga positiva es liberada del subsuelo, la que surge como un plasma de estado sólido a la atmósfera.
Para el investigador Friedemann Freund de la National Aeronautics and Space Administration, NASA (por sus siglas en Ingles) estas luces podrían convertirse en un método para predecir sismos, esto en la medida en que se logren cuantificar.
Las luces del temblor, CDMX. pic.twitter.com/jbgxQzIuRC
— Plumas Atómicas (@plumasatomicas) 8 de septiembre de 2017
Explica que las luces que se ven antes, durante y después de un sismo se generan a niveles profundos de la corteza terrestre donde fuerzas internas quiebran piedras generando sismos.
Señala que si esto sucede las rocas adquieren propiedades de semiconductor, los cuales tienen un alto nivel de conductividad eléctrica.
Explica que en la medida en que se logren entender estos procesos los científicos podrían estar en condiciones de predecir con relativa efectividad la presencia de un movimiento telúrico.
Ciertamente las “Luces del Terremoto” son un fenómeno que debe ser estudiado, sin embargo, es claro que no se trata de ovnis, meteoritos o presagios de desastres. Es un fenómeno que se observa desde hace más de 300 años y que todavía no termina de ser comprendido.