Morderte las uñas: Peligros que ignoras
Si bien este hábito suele asociarse con el estrés, la ansiedad o el aburrimiento, va más allá de una simple manía. De hecho, puede ser perjudicial para tu salud en general e incluso poner...
¿Te has preguntado alguna vez qué tan peligroso puede ser ese hábito aparentemente inofensivo de morderte las uñas? Si bien muchos lo consideran una simple manía o una forma de liberar el estrés, la realidad es que la onicofagia (el término técnico para morderse las uñas) puede acarrear graves consecuencias para tu salud, incluso poner en riesgo tu vida.
Las uñas y la boca albergan una gran cantidad de bacterias y virus que pueden fácilmente ingresar al organismo cuando se practica la onicofagia. Esto aumenta el riesgo de:
Imagina la cantidad de bacterias que se acumulan debajo de tus uñas a lo largo del día. Al llevarlas a la boca, estás transfiriendo esos microorganismos directamente a tu sistema digestivo, lo que aumenta el riesgo de sufrir desde diarreas hasta infecciones graves en la sangre o los huesos.
La constante presión y fricción a la que sometes tus uñas al morderlas no solo las debilita, sino que también desgasta el esmalte dental, provocando caries y en casos extremos, la pérdida de dientes. Además, daña las encías, haciéndolas más propensas a infecciones y enfermedades periodontales.
Las pequeñas partículas de uña que ingieres al morderlas pueden irritar el revestimiento del estómago y los intestinos, causando úlceras o incluso perforaciones. Si las uñas han estado en contacto con sustancias tóxicas, como productos de limpieza, la ingestión puede provocar una intoxicación.
El ambiente húmedo y cálido que se crea al morderse las uñas favorece el crecimiento de hongos, lo que puede ocasionar infecciones difíciles de tratar. En casos extremos, la sangre contaminada por bacterias al morder las uñas puede derivar en una septicemia, una infección grave que se propaga por el cuerpo y puede ser mortal.
Morderse las uñas puede parecer una simple manía, pero sus consecuencias para la salud son reales y potencialmente graves. Si te cuesta dejar este hábito, no dudes en buscar ayuda profesional. Un psicólogo o dermatólogo podrá ayudarte a identificar las causas de la onicofagia y desarrollar estrategias para superarla.
Con información de El Universo