La historia de Jana, nos recuerda la importancia de prestar atención a cualquier cambio en nuestra salud mental y física, sin importar lo insignificante que pueda parecer.
Jana Nelson, una mujer de 53 años de Idaho, Estados Unidos, experimentó cambios de humor severos que la llevaron a pensar que tenía un tumor cerebral. Sin embargo, el diagnóstico final fue aún más desafiante: demencia de inicio temprano.
Jana relata cómo comenzó a tener dificultades para regular sus emociones, enfadándose con facilidad por cosas que normalmente no le molestaban.
Los síntomas de Jana comenzaron en 2017, cuando sus amigos y familiares notaron cambios notables en su personalidad. Repetía las mismas preguntas y frases con frecuencia, lo que inicialmente se atribuyó a un simple olvido.
Además, Jana tenía problemas de equilibrio al caminar, tomaba decisiones difíciles y experimentaba cambios bruscos en su estado de ánimo. Su consejero, preocupado por su salud, sugirió que se realizara pruebas neurológicas para descartar enfermedades como la esclerosis múltiple o un tumor cerebral.
Las pruebas revelaron que Jana no tenía un tumor, pero sí una condición neurodegenerativa: la demencia de inicio temprano.
“Mi médico no cree que llegue a los 60 años y eventualmente necesitaré atención las 24 horas del día en casa”, señaló la mujer en conversación con SWNS.
Una resonancia magnética reveló que tenía demencia en etapa 4, que desde entonces ha progresado a la etapa 5. Según la Clínica Mayo, entre el 5% y el 6% de las personas con enfermedad de Alzheimer desarrollan síntomas antes de los 65 años.
“Uno cree que sabría cuando algo andaba realmente mal, pero no me di cuenta de que las cosas estaban tan mal. Estaba realmente devastada”, declaró la paciente.
Nelson, quien fue previamente diagnosticada con síndrome de alcoholismo fetal a los 41 años, se sometió a una intervención cerebral en 2013, pero sus síntomas persistieron.
A pesar de contar con una educación universitaria y experiencia en gestión empresarial, sus habilidades cognitivas se vieron afectadas, dificultándole la realización de tareas simples.
“No podía mantener el equilibrio y también experimentaba muchas dificultades para resolver problemas. Simplemente sabía que algo no estaba bien”, reflexionó. “También me costaba mucho calmarme ante cambios de humor, algo que realmente no era normal para mí”.
En la actualidad, en etapa 5 de demencia, Nelson se enfrenta a desafíos como la desorientación, una marcada pérdida de memoria y el “sundowning” (confusión que empeora por la noche). Además, se queja de tener un “vocabulario muy limitado”.
Anticipando la necesidad de cuidado a tiempo completo en el próximo año, Nelson ha buscado apoyo en comunidades en línea y ha documentado su experiencia en TikTok.
Aunque inicialmente se sintió aislada, ha encontrado personas de mediana edad con condiciones similares y ha desarrollado amistades valiosas. A medida que se prepara para la atención a tiempo completo, se siente reconfortada por la comunidad que ha encontrado y las experiencias compartidas.
“Es realmente gratificante saber que hay personas que necesitan la misma orientación que yo”, agregó la estadounidense. “Es realmente agradable que lo entiendan, y no tengo que dar explicaciones”.
Detectar la demencia implica determinar signos cruciales. Estos pueden incluir cambios en la memoria, como el olvido de acontecimientos recientes y la repetición de preguntas. Los problemas de toma de decisiones y planificación y las dificultades con las actividades cotidianas también pueden indicar una posible demencia.
Alteraciones en el comportamiento y el estado de ánimo son señales adicionales. Cambios de personalidad, irritabilidad o apatía pueden manifestarse. La desorientación en tiempo y espacio, incluso en lugares familiares, es otro indicador.
Es importante señalar que la detección temprana es esencial y cualquier preocupación debe ser evaluada por un profesional de la salud.
Con información de New York Post
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