¿Te has sentido abrumado por la necesidad de ser productivo todo el tiempo? ¿Esa presión constante de cumplir con tareas, reuniones y compromisos te deja sin energía? No estás solo. En un mundo que valora el hacer sobre el ser, parar parece un lujo inalcanzable. Pero, ¿y si te dijera que no hacer nada puede ser la clave para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y ser más eficiente?
Esto no es una teoría nueva ni una moda pasajera. Es el niksen, una práctica holandés que promueve la pausa consciente, sin culpa ni distracciones. Anette Lavrijsen, autora del libro Niksen(Libros Cúpula), lo define como “el arte de no hacer nada, pero con un propósito: recuperar el equilibrio y la salud mental”.
El niksen es más que no hacer nada: es una herramienta para ser más feliz y productivo.
¿Qué es el niksen?
El término niksen proviene del neerlandés y significa literalmente “no hacer nada”. Sin embargo, no se trata de holgazanear o procrastinar, sino de tomarse un momento para desconectar completamente, sin planes, listas de tareas ni distracciones. Es una pausa activa que permite a la mente descansar y recuperarse.
El niksen no requiere habilidades especiales ni equipos costosos. Solo necesitas permitirte el lujo de no hacer nada, sin sentirte culpable por ello.
Los beneficios del niksen
Reduce el estrés y la ansiedad Vivir en un estado constante de actividad aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés. El niksen ayuda a bajar esos niveles, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
Mejora la creatividad Cuando permites que tu mente divague, se activan áreas del cerebro asociadas con la creatividad y la resolución de problemas. Un estudio de la Universidad de California demostró que los momentos de ocio fomentan la generación de ideas innovadoras.
Aumenta la productividad Contrario a lo que se podría pensar, no hacer nada puede hacerte más eficiente. Al descansar, tu cerebro se recarga, lo que te permite abordar tus tareas con mayor energía y enfoque.
Fomenta la autoconciencia El niksen te brinda la oportunidad de conectarte contigo mismo, reflexionar y entender mejor tus necesidades y emociones.
Mejora las relaciones personales Al estar menos estresado y más presente, puedes disfrutar más de tus interacciones con los demás, fortaleciendo tus vínculos afectivos
Cómo practicar el niksen
Anette Lavrijsen recomienda integrar el niksen en la vida diaria de manera breve y frecuente. Aquí tienes algunas ideas para empezar:
Tómate un descanso de 5 minutos Siéntate en un lugar tranquilo, cierra los ojos y simplemente respira. No pienses en nada, solo déjate estar.
Disfruta de un paseo sin rumbo Camina sin prisa, observa tu entorno y deja que tu mente divague.
Crea un ambiente gezellig Este concepto holandés se refiere a generar un entorno acogedor y relajante. Enciende velas, pon música suave o disfruta de una taza de té en silencio.
Practica el niksen durante la hora de comida Tómate tu tiempo para comer, saborear cada bocado y desconectar del trabajo.
El niksen, el arte holandés de no hacer nada, es la clave para reducir el estrés y mejorar tu bienestar.
El niksen vs. el atracón de series
Aunque ver series puede parecer una forma de relajarse, no es lo mismo que el niksen. Lavrijsen explica que “un atracón de Netflix puede generar estrés y ansiedad, ya que el cerebro libera dopamina, asociada a las adicciones”. En cambio, el niksen promueve una desconexión total, sin estímulos externos.
El manifiesto del niksen
Anette Lavrijsen propone un manifiesto para integrar esta práctica en tu vida:
Haz del no hacer nada una prioridad para ser más productivo, creativo y feliz.
Permítete no hacer nada, sin sentirte culpable o juzgado.
Reserva tiempo cada día para el niksen, incluso si son solo unos minutos.
Integra el niksen en tu vida profesional y personal.
Conclusión
El niksen no es un lujo, es una necesidad en un mundo que nos exige estar siempre activos. Permítete parar, desconectar y simplemente no hacer nada. No solo mejorará tu bienestar, sino que también te hará más eficiente y creativo.
¿Te animas a probarlo? Empieza con pequeños momentos de pausa y descubre cómo el arte de no hacer nada puede transformar tu vida
Comunicóloga por la UNAM. Redactora de temas de bienestar general. Apasionada del mundo digital, soy geek, metalera, petfriendly. Fan de las pelis de terror y el anime. Una de mis frases favorita es: "Yo solo sé que no sé nada” de Sócrates.