El hipo, conocido científicamente como espasmo diafragmático sincrónico (SDF) o singulto, son contracciones involuntarias del músculo del diafragma.
Si bien el hipo suele ser inofensivo y de corta duración, puede convertirse en una molestia cuando persiste durante un período prolongado.
Todos hemos experimentado esos momentos embarazosos en los que un hipo interrumpe una conversación o interfiere en un sueño tranquilo. ¡Si estás cansado de que el hipo acapare la atención, no te preocupes! Pues en este artículo, te traemos algunos consejos para despedirte de este molesto sonido.
¿Cuál es la causa ?
Tener el estómago muy lleno puede provocar ataques de hipo que se detienen por sí solos. La causa de un estómago muy lleno puede ser:
- Ingerir demasiado alimento con demasiada rapidez
- Beber demasiado alcohol
- Tragar demasiado aire
- Fumar
- Un cambio súbito en la temperatura del estómago, como al beber una bebida caliente y luego una bebida fría
- Estrés o agitación emocional
Calma el nervio vago
Las siguientes tácticas pueden ayudarte a ahogar el patrón de impulsos y detener el hipo:
- Chupa una rodaja de limón remojada en amargo de angostura. De acuerdo con una carta publicada en The New England Journal of Medicine, este tratamiento curó a 14 de 16 personas con hipo. Antes de que salgas a buscar el amargo de angostura a la tienda o en la despensa, puedes intentar solo morder el limón. Muchas otras fuentes dicen que basta la sensación ácida para que funcione.
- Tápate los oídos con las manos. Algunas ramas del nervio llegan al sistema auditivo, por lo que estimular las terminales nerviosas puede interrumpir el patrón del hipo.
- Si el hipo dura horas o incluso días, prueba la acupuntura. En un estudio realizado en los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., 13 de 16 pacientes que padecían un hipo persistente fueron curados en un promedio de una a tres sesiones en un periodo de uno a siete días. Los otros tres experimentaron una mejora significativa.
Estos trucos sirven para interrumpir los espasmos que causan el hipo:
- Respira en una bolsa de papel. Esto incrementa la cantidad de dióxido de carbono en tu sistema y puede ser de ayuda para detener los espasmos.
- Bebe un vaso de agua caliente sin pausar. Algunas personas dicen que el calor contribuye a calmar y relajar el diafragma.
- Haz gárgaras con agua fría. Según se dice, el agua fría conmociona el hipo hasta sosegarlo.
- Cómete una cucharadita de azúcar, una cucharada de crema de maní o un poco de miel de abeja. Ingerir un dulce pegajoso teóricamente hace que cambie el ritmo de tu respiración.
- Consume una dieta libre de alimentos ácidos. A veces el hipo se desencadena por tener ácido en el esófago. Descarta la comida condimentada y el alcohol. Si eso no funciona, toma un antiácido.
- Un poco de vinagre de manzana y azúcar. Estos dos ingredientes también pueden ser un buen remedio. Se dice que la preparación sobreestimula los nervios que causan el reflejo del hipo, y una cucharadita basta para curarte.
Si el hipo continúa aquejándote con frecuencia, consulta al médico, ya que podría ser un síntoma de reflujo gástrico o alguna otra afección mayor.