No se felicita a las mujeres en el Día Internacional de la Mujer
El Día Internacional de la Mujer no es una celebración, como lo dicta el lema que circula en las marchas: "No me felicites, lucha conmigo".
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó en 1977 el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer para recordar la lucha de las mujeres por la protección de sus derechos y la equidad de género.
El 8 de marzo de 1857 cientos de mujeres en Estados Unidos salieron a las calles para protestar en contra de las condiciones infrahumanas en las que trabajaban. Además de recibir la mitad del salario que percibían los hombres, eran obligadas a trabajar embarazadas y sus jornadas rebasaban las 10 horas.
Aquel día las trabajadoras, especialmente las de la industria textil, iniciaron una huelga, pero durante la manifestación son reprimidas por los agentes de la policía, causando la muerte de 120 mujeres, recoge el Instituto Nacional de las Mujeres.
En agosto de 1910 se organizó una Conferencia Internacional de la Mujer en Copenhague, Dinamarca, donde la alemana socialista Luise Zietz propuso la celebración anual de un Día International de la Mujer, pero no se especificó la fecha para tal conmemoración.
De cualquier modo, la moción fue aprobada con la idea de que la fecha fuera una herramienta para promover el voto femenino. Recordemos que, por aquellas fechas, pocos eran los países cuya ley permitía el voto de la mujer.
Al año siguiente, el 19 de marzo, se conmemoró el primer Día de la Mujer que, de hecho, se llevó a cabo en varios países del mundo.
En 1913, fue por primera vez el último sábado de febrero. Fue hasta 1914 que el Día Internacional de la Mujer se celebró el 8 de marzo. A partir de ese año, este sirvió como marco para distintos movimientos que reconocían la lucha de las mujeres por sus derechos civiles.
Por ejemplo, en 1917, las marchas del Día de la Mujer encendieron la mecha para la llamada “Revolución de febrero”. En la extinta URSS, por otro lado, en 1965 se declaró la fecha como un día de asueto y descanso obligatorio.
En la actualidad, cada año en México este día miles se manifiestan para exigir un alto a la violencia de género bajo las consignas “Ni una menos” y “No estamos todas, faltan las asesinadas”.
La historia del movimiento feminista se remonta a 1857 cuando cientos de mujeres en Nueva York, Estados Unidos salieron a las calles para pedir mejores condiciones de trabajo. Sin embargo, esta efeméride no es de celebración sino para conmemorar la larga batalla de las mujeres para hacer valer sus derechos y pedir las mismas oportunidades que los hombres.
“No me felicites, lucha conmigo”, es uno de los lemas que circulan en redes sociales y las marchas para hacer hincapié en la importancia de la acción y reflexionar sobre el movimiento feminista.
Si se toma en cuenta que las mujeres aún no tienen las mismas garantías que los hombres, que la brecha salarial continúa, los feminicidios van a la alza y los casos de violencia contra la mujer sigue sin resolverse, en realidad no tenemos nada que festejar ni de lo cual alegrarnos.
El Día de la Mujer no debería hacernos sentir satisfechos, ya que todavía estamos lejos de conseguir lo que por décadas se ha pedido: equidad y un alto a la violencia de género. (¿¡Sabías que las mujeres no podían usar pantalones!?).
Las mujeres no pretenden tener más derechos que los hombres, simplemente buscan las mismas oportunidades de acceso a las garantías de las que ellos ya gozan.
Aunque existe el Día Internacional del Hombre (19 de noviembre), no es una fecha oficial en comparación con el Día Internacional de la Mujer, esto tiene que ver con que las mujeres aún enfrentan problemáticas por el simple hecho de ser mujeres, a diferencia de los hombres quienes siempre han tenido privilegios.
Cada día ocurren 10 feminicidios en México, de acuerdo con cifras del 2021 de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Conavim), así que en lugar de dar ramos de flores apoya a las mujeres a lograr lo que se proponen, evita hacer chistes machistas y caer en actitudes sexistas.
Las flores simbolizan vida, por lo que este tipo de acciones -dar una planta- sólo podrá ocurrir cuando terminen los feminicidios y las mujeres puedan salir a las calles sin temor a ser acosadas y que puedan decidir sobre su cuerpo sin ser juzgadas.
En los últimos años se ha acostumbrado a mandar mensajes, imágenes o frases de felicitaciones el 8 de marzo a través de redes sociales o WhatsApp. El problema es que son palabras sin importancia e interés social, mejor comparte información de utilidad sobre la lucha feminista o textos que abonen a la causa en pro de la equidad de género.
Por esto, felicitar a las mujeres este 8 de marzo sería una contradicción a la lucha por sus derechos y reforzaría el rol de subordinación al que han sido sometidas. “Esto las devuelve a ese rol donde lo único que se les permite dentro del patriarcado es ser adornos o ser cuidadoras”, mencionó Jimena Ávalos, abogada feminista y titular de la Unidad de Prevención y Combate al Acoso Sexual (UPCAS) en el Consejo de Judicatura Federal para El Financiero.
Este año las mujeres han decidido volver a tomar las calles frente al aumento en las cifras de violencia de género, pues tan sólo el año pasado, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), agosto es el mes con más feminicidios reportados en un solo mes, con un total de 109 casos.
Pero este no es el único delito que reportó sus cifras más altas. La violencia familiar registró 23 mil 906 casos en el mes de mayo y en el caso de la violación se registraron 2 mil 17 presuntos delitos.
El año pasado fueron alrededor de 80 mil mujeres las que tomaron las calles de la capital y se espera que ante la baja de restricciones y la indignación colectiva, este año la afluencia sea mucho mayor, inundando de morado cada rincón de México.
Fuente: Milenio