El desayuno es, literalmente, la comida que rompe el ayuno nocturno, y los expertos en longevidad y nutrición coinciden: es un momento crucial para el cuerpo.
Aunque no es necesario desayunar a primera hora, saltarse esta comida tiene consecuencias que van más allá del hambre y que afectan tu energía, tu estado de ánimo y tu salud a largo plazo.`
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Si eres de los que sale de casa sin probar bocado, aquí te explicamos 7 razones científicas por las que debes reconsiderar este hábito:
1. Dificultad para concentrarte
Tu cerebro necesita combustible (glucosa) para operar al máximo. Si te saltas el desayuno, tu habilidad para concentrarte, tu memoria y tu capacidad de aprendizaje se ven afectadas. Cuando el cerebro no tiene combustible, realizar tareas diarias se vuelve mucho más difícil.
2. Mal humor (El fenómeno “Hanger”)
El famoso fenómeno “hanger” (hambre + enojo) es real. No desayunar provoca mal humor, irritabilidad y puede aumentar la ansiedad. Las investigaciones han demostrado que el ayuno prolongado eleva los niveles de ciertas hormonas relacionadas con el hambre, que están directamente vinculadas a un comportamiento agresivo e irritable.
3. Desregulación del ritmo circadiano
El ritmo circadiano es el reloj interno de tu cuerpo. Saltarte el desayuno regularmente puede desajustar la forma en que funciona, aumentando el riesgo de:
- Desórdenes metabólicos.
- Resistencia a la insulina.
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4. Metabolismo más lento
Saltarte el desayuno puede hacer que tu metabolismo se vuelva más lento. Como explica la nutricionista Stephanie Darby, el cuerpo entra en “modo supervivencia”, pensando que debe guardar energía. En lugar de quemar calorías, el metabolismo se ralentiza para conservar energía, disminuyendo tus niveles energéticos y promoviendo el almacenamiento de reservas de grasa.
5. Deficiencia de nutrientes
Saltarse una comida de forma constante lleva a que tu cuerpo no reciba suficientes nutrientes esenciales. Con el tiempo, esto afecta negativamente tu sistema inmune, tu metabolismo e incluso acelera tu proceso de envejecimiento. Empezar el día con un desayuno balanceado te encamina a tomar mejores decisiones alimentarias el resto del día.
6. Mala salud cardiovascular
Una de las consecuencias más graves de este hábito es que puede afectar negativamente tus funciones metabólicas y vasculares. Con el tiempo, esto incrementa el riesgo de presentar problemas con tu salud cardiovascular.
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7. Descontrol hormonal
Saltarte el desayuno hace que pases demasiado tiempo sin alimento, lo que puede descontrolar tus hormonas. Principalmente, puede elevar los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés. Tener niveles altos de estrés no solo afecta tu estado mental, sino que también puede restar años de vida y causar problemas de salud crónicos.
Si tienes poco tiempo, busca opciones de desayunos simples y transportables. Tu energía, tu humor y tu salud cardiovascular te lo agradecerán.
Con información de Infobae