Normalicemos nuevas formas de procrear y tipos de familias
Madres solteras por in vitro, familias homoparentales, adopción. Ahora existen distintos modelos de familia y tratamientos de fertilidad.
Ocho mujeres hablan de sus planes a futuro sobre la maternidad. La abogada y politóloga María Camila, de 33 años, congeló sus óvulos. María Helena, de 42, tomó la decisión de adoptar. Pilar, ingeniera industrial de 52 años, tuvo sus hijos con tecnología in vitro. Laura, una comunicadora social de 28 años, optó por no ser madre. Yurani, enfermera de 34 años, decidió ser madre soltera.
Cada persona es una historia, así que es difícil de decir cuál es el momento para ser madre o padre.
Viajar, adquirir patrimonio, crecer económica y profesionalmente. Esas son las principales razones por las que las mexicanas suelen aplazar la maternidad. No obstante, la mayoría ignora “los caprichos” de la fertilidad, que se pierde con el paso de los años.
La maternidad ocupa el octavo lugar en las prioridades de las mexicanas, según un estudio realizado por la farmacéutica Ferring en México para plataforma Plan M.
Este estudio demuestra que, entre las preferencias de experiencia de vida de más del 70 por ciento de hombres y mujeres mexicanos de 20 a 35 años, no se encuentra la maternidad, o paternidad, sino viajar, estudiar y crecer profesional y personalmente. Únicamente el 2.8% de mujeres mexicanas considera a la maternidad una prioridad.
Actualmente es una constante el retraso de la maternidad en aras de disfrutar otras actividades y metas, pero infinidad de personas desconocen que conforme aumenta la edad, el potencial reproductivo disminuye, es decir, se dificulta la concepción.
Alrededor de 222 millones de mujeres desean posponer o evitar un embarazo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
Desde pequeña, Brenda soñó con tener hijos, dos para ser exactos; siempre lo repetía en las fiestas, donde le preguntaban sobre lo que quería ser de grande. Ella respondía que iba a ser nutrióloga y mamá de dos niñas.
Al terminar la universidad, Brenda se enfocó en su profesión. Con el paso del tiempo logró ser una exitosa nutrióloga con su propia clínica en uno de los hospitales más reconocidos de la Ciudad de México.
El éxito en su carrera vino acompañado de una dificultad para encontrar pareja, pues sus horarios de trabajo eran extensos y su vida se había reducido a acudir al hospital durante seis días a la semana, durante prácticamente todo el día.
Así llegó a los 37 años y descubrió que, aunque había postergado los planes de la maternidad y se encontraba sin pareja, era momento de planear una estrategia para que antes de los 45 años fuera madre, aunque ahora solo de un bebé y ya no le importaba si sería niño o niña.
Si de algo estaba segura Brenda es que quería un hijo, con o sin pareja. Pero la gran pregunta era: ¿cómo y qué procedimiento seguir? Ella representa el caso de miles de mujeres en México y la falta de información para tomar la mejor decisión.
Según los resultados de la encuesta el rango donde se concentra el mayor número de respuesta, 72%, es entre los 30 y 35 años, y el mayor rango de 32 a 33 por tener mayor estabilidad financiera y posiblemente una mejor carrera profesional.
La realidad es que la mejor etapa es entre los 20 y los 30 años, precisa el Dr. Jorge Rodríguez, ginecólogo obstetra.
La decisión de posponer la maternidad y la paternidad puede colocar en situación de riesgo a las mujeres y el embarazo. Y es que después de los 35 años, la mayoría de las veces los óvulos no son sanos, hay defectos genéticos, cromosomáticos, afirmó la ginecóloga obstetra Martha Luna Rojas.
A los 20 años el cuerpo de la mujer se encuentra en su pico de fertilidad y con la mejor carga genética para ser madre. Cuando inician los 30 y sobre todo después de los 35 la posibilidad de quedar embarazada se reduce a un 20%, es decir, de cada 100 mujeres que intenten quedar embarazadas solo 20 lo conseguirán y 80 tendrán que seguir intentando.
Y a los 40 años, la situación empeora y la probabilidad de quedar embarazada es inferior al 5%.
Luna Rojas explicó que las mujeres nacen con un número predeterminado de óvulos, aproximadamente 2 millones, y cada mes desechan entre mil y mil 500 óvulos, por el proceso fisiológico natural, el cual es imposible de detener.
Explicó que en la pubertad tienen 350 mil óvulos, y en la vida reproductiva ya solo 350 óvulos y entre los 30 y 35 años, los mejores óvulos se fueron. “Después de los 35 años los óvulos ya no son totalmente sanos, hay defectos genéticos, cromosomáticos y a los 38 años liberan óvulos nada sanos. No se aprovecharon los mejores”, expresó.
El doctor gineco obstetra, Jorge Rodríguez Purata, se manifestó por no sobrepasar los 32 años para tener óvulos de calidad. Pero las mujeres tienen otros planes. O están indecisas.
En la juventud nadie piensa en la infertilidad. El reloj biológico no para, así que es necesario hacer conciencia sobre la planeación de los hijos y conocer la existencia de diversos tratamientos, pues algunas personas no pueden concebir de manera natural.
La Dra. Rojas explicó que para mujeres que quieren ser madres solteras existen diversas opciones de tratamiento. Puede ser algo tan sencillo como checar el momento ideal de la ovulación y acompañar esa ovulación con una inseminación intrauterina usando un donante de esperma.
Hay mujeres que son candidatas a pasar directamente a tratamientos de más alta complejidad como la fertilización in vitro. Esa técnica ofrece un gran control de distintas variables.
En el caso de parejas mujeres del mismo sexo interesadas en embarazarse existe una técnica en la que ambas participan biológicamente en el proceso de la maternidad. Se llama ROPA (Receptora de Óvulos de la Pareja) y en él una de ellas provee el material genético, es decir, el óvulo, y la otra recibe una transferencia con un embrión mediante el uso de un donante de esperma.
En el caso de un padre soltero se recurre a tratamientos donde los especialistas seleccionan a una donadora de óvulos. Se tiene larga experiencia es esos procedimientos.
A la pareja de hombres que desean formar una familia, en ese caso a la donadora de óvulos se le extraen y es posible fecundar la mitad con el esperma de uno de los miembros y la otra mitad con el semen del otro integrante, se crean embriones y se transfieren una mujer gestante.
La preservación de fertilidad ofrece alternativas a la comunidad LGTBQ+. Las personas trans, antes de su cirugía afirmativa de género, pueden congelar espermatozoides u óvulos para luego usarlos.
Se estima que en México, 1.5 millones de parejas se enfrentan a la infertilidad, que está considerada una enfermedad y que se diagnostica fácilmente: la incapacidad de lograr un embarazo tras 12 meses de sostener relaciones sexuales regulares sin protección anticonceptiva.
Aldonza Velez tardó 10 años en embarazarse y sin querer se volvió experta en infertilidad. Ahora, gracias a terapias de fertilidad, es madre de Sienna y Mikel y habla de su experiencia en Instagram, red que la ha posicionado como influencer.
“La gente que tiene problemas con la paternidad y la maternidad debe saber que no está sola y que es bueno pedir ayuda, mientras más hablemos del tema, será mejor; hay que quitarle lo tabú a los tratamientos de fertilidad” platica Aldonza.
Esta mujer asegura que le inculcará a su hija la importancia de que conozca su reserva ovárica, un proceso no invasivo, pues se conoce mediante un examen de sangre, así como el proceso de congelamiento de óvulos.
“Si yo hubiera sabido a los 19 años, que de una manera sencilla podría saber cuál era mi reserva ovárica, no hubiera vivido años de miedos, angustias y tratamientos de fertilidad” dice Aldonza.
“Hay distintos tipos de príncipes, el mío es anónimo” dice con soltura Claudia Cervantes, escritora, conferencista y fundadora de Nannapp, una app que ayuda a las familias a conseguir nanas certificadas.
Claudia es madre soltera y en un libro compartió el laberinto emocional por el que pasó hasta que decidió ser madre soltera con ayuda de la ciencia y la semilla de un donador anónimo.
En los últimos años, infinidad de mujeres han visitado consultorios médicos con la intención de convertirse en madres sin una pareja. De hecho, el número de solteras que se realizaron inseminación aumentó 35% de 2014 a 2018.
A los 40 años esta mujer no tenía una pareja ideal para ser madre, así que se sometió a un protocolo de rejuvenecimiento ovárico con sus propias células madre para aumento de su fertilidad.
Dicho tratamiento fue supervisado por el Dr. Jesús Luján, presidente de la Fundación Pronatal y tuvo un final exitoso, pues nació Santiago, un niño sano, el primer bebé en México y el tercero en el mundo nacido mediante ese tratamiento.
Claudia conmina a las mujeres entre 25 y 35 años que desean desarrollarse profesionalmente o van a afrontar quimioterapia para luchar contra el cáncer, a que congelen sus óvulos en una etapa temprana, porque la mayor causa de infertilidad es la edad avanzada.
Su maternidad no fue la tradicional, así que Claudia habla fuerte y claro sobre fertilidad, embarazo, parto y crianza y destaca testimonios de quienes han tomado la decisión de adoptar, donar esperma o subrogar un vientre.
Las investigaciones sobre las intenciones de fecundidad indican que un número cada vez mayor de mujeres y hombres desean tener hijos después de los 35 años.
Esta situación es más clara entre las mujeres con educación terciaria que tienen más que perder en términos de su carrera laboral, ingresos y estatus social al convertirse en madres y, por lo tanto, posponen la maternidad más que sus contrapartes con menor educación.
Es así que, procedimientos médicos como el congelamiento de óvulos, han ganado popularidad a nivel mundial, lo cual permite a las mujeres contar con una planeación de su maternidad sin que la edad sea un factor que obstaculice sus metas.
Solo el 58% de las mujeres sabe qué es la reproducción asistida y, de este porcentaje, el 70% considera que es muy costosa, por lo que debería solo utilizarse en casos especiales. Sin embargo, el 97% de las mujeres refiere que sí utilizaría técnicas de reproducción asistida si pudiera.
En Estados Unidos, durante el 2009, solo 475 mujeres congelaron sus óvulos, según la Sociedad de Tecnología de Reproducción Asistida. Para 2018, menos de diez años después, 13,275 mujeres los congelaron, mostrando un incremento del 2,695%.
En España, el congelamiento de óvulos aumentó 142% en los últimos nueve años, de acuerdo con la Sociedad Española de Fertilidad.
El congelamiento de óvulos no es la única solución para planear la maternidad, pues actualmente la tecnología ha avanzado de tal forma en que hay más opciones para que las mujeres sean madres a la edad que lo deseen. Pero siempre se requiere de un acompañamiento estrecho por el médico especialista, así como asesoría que guíe a la mujer a elegir el proceso que más le convenga durante la planeación de su maternidad.
La Organización Mundial de la Salud destaca la importancia de que toda mujer tenga acceso a información sobre planificación familiar, así como a una variedad de servicios en esa misma línea.
Existen comunidades que ofrecen asesoría y guía y acompañan el proyecto de vida de cada mujer con información sobre salud sexual y reproductiva, fertilidad, desarrollo profesional y balance de vida personal-laboral.
Una de ellas es Plan M, la cual ofrece a las mujeres la oportunidad de contar con información a través de expertos o de experiencias de terceros para consolidar su proyecto de vida, incluyendo sus intereses sobre la maternidad. La idea es enfocarse en mujeres de cualquier edad y sus parejas, en caso de tenerlas, sin importar si desean vivir o no la maternidad en el corto, mediano o largo plazo.
Se trata de que se “empoderen” sobre su reloj biológico y conozcan sobre las técnicas de reproducción asistida y planeación de la fertilidad, para que cuenten con herramientas que les permitan alinear sus sueños personales y profesionales.
¿Te has preguntado si es posible aumentar la fertilidad? Pues sí es posible. Existen algunos medicamentos, como suplementos nutricionales, que pueden mejorar las condiciones de fertilidad en cada una de las personas.
“Deben romperse infinidad de mitos, incluido el de que son carísimos, pues en ocasiones son costosos porque los pacientes acuden a clínicas con bajos porcentajes de éxito, así que para concebir a un bebé deben pagar varios tratamientos” explica el Dr. Jorge Rodríguez, ginecólogo obstetra.
La tecnología ha avanzado a pasos agigantados. Ahora pueden analizarse los embriones para ver cuáles son los mejores. “Las pacientes de más de 40 años van a generar muchos embriones no sanos” explica la Dra. Rojas.
Claudia refuerza la idea. “Yo soy uno de esos casos, de 17 óvulos solo se lograron tres embriones y de esos tres solo uno tenía la posibilidad de implantarse en la transferencia y fue mi hijo Santiago”.
La infertilidad es una enfermedad. Deben derribarse todos los mitos, como que los hombres son fértiles toda la vida (el 40% de los problemas de pareja para concebir son a causa de ellos) y que para concebir la mujer debe estar relajada.
“Esa idea es hasta agresiva, a una persona con artritis no le dices que se relaje para curarse, aquí es lo mismo, la infertilidad es una enfermedad y así debe ser tratada” finaliza el Dr. Jorge Rodríguez.