¿Nos están saliendo cuernos por el excesivo uso de los celulares?
Investigadores hallaron crecimientos óseos en la base del cráneo. El origen podría ser el repetitivo movimiento de inclinar la cabeza para ver el celular.
Investigadores hallaron crecimientos óseos en la base del cráneo. El origen de esos cuernos podría ser el repetitivo movimiento de inclinar la cabeza para ver el celular.
La baja en los precios en la industria de las telecomunicaciones, así como una amplia variedad de paquetes ofrecidos por las empresas de telefonía celular, han contribuido a que los celulares sean de fácil acceso a casi cualquier persona, así que en la actualidad difícil encontrar a alguien que no tenga un dispositivo móvil con acceso a internet.
En México, según cifras del INEGI, al menos 9 de cada 10 hogares tienen un celular, mientras que el internet está presente en más del 30 por ciento de los hogares. Según cifras de la Asociación de internet, el mexicano usa internet, en promedio, unas seis horas al día.
El debate de las consecuencias para la salud física y mental por el uso excesivo se ha intensificado en los últimos años, pero el hallazgo realizado por unos investigadores en una institución educativa australiana tiene a diversos sectores sumidos en el asombro y la negación: personas que desarrollan estructuras óseas en forma de cuernos debido al uso de ‘smartphones’.
En 2018 fue publicado en la revista Scientific Reports una investigación que halló crecimientos óseos en las bases de cráneos de alrededor de 400 personas entre 18 y 86 años. Los jóvenes, asegura el reporte, presentan los bultos más grandes.
Los investigadores creen que dichos crecimientos—que nacen en la protuberancia occipital externa— son una ‘exostosis prominente’ o, en término simples, espolones óseos localizados en la base del cráneo.
Los espolones son pequeños crecimientos óseos que pueden formarse en los bordes de los huesos y se producen cuando la inflamación daña el cartílago que amortigua las articulaciones; ante esta falla, el cuerpo trata de repararse haciendo que crezca más hueso.
Estos crecimientos óseos a menudo se forman a partir de movimientos repetitivos, e inclinar la cabeza hacia adelante para mirar un teléfono inteligente, podría ser un movimiento reiterado.
Según la hipótesis de los especialistas, el desarrollo de estos crecimientos puede atribuirse y explicarse mediante un extenso tiempo de pantalla. La “flexión de la cabeza hacia adelante” sostenida, o doblar la cabeza hacia abajo, y una mala postura podrían ser las razones de estos cambios fisiológicos.
Los espolones óseos identificados variaron en tamaño de 10 a 31 milímetros. Algunos eran tan grandes que podían sentirse como un bulto en la parte posterior de la cabeza.
La mayoría de los espolones óseos no causa dolor y no requiere tratamiento, pero pueden convertirse en un problema si alcanzan cierto tamaño.
Este estudio, llamado ‘La prevalencia del alargamiento de la protuberancia occipital externa en adultos jóvenes’, fue realizado en la Universidad de la Costa del Sol en Australia el año pasado, pero fue poco apreciado hasta hace una semana que la BBC de Londres publicó un reportaje que tenía como objetivo demostrar que el cuerpo humano se está modificando debido al uso de la tecnología.