Aunque la alulosa puede ser relativamente desconocida para los consumidores, se identificó por primera vez en el trigo en 1940.
Esta opción para endulzar alimentos y bebidas ha estado en el radar de la FDA desde junio de 2012 , cuando permitieron por primera vez su uso en el suministro de alimentos de los Estados Unidos.
Actualmente la mayor parte de la alulosa comercializada proviene del maíz o de la remolacha azucarera y hay varias compañías que la producen y venden en varios países.
De entrada es bueno saber que existen diferentes tipos de azúcar. La alulosa es una de tantas.
Se le considera un azúcar poco común porque se encuentra naturalmente solo en pequeñas cantidades en alimentos vegetales como azúcar morena, jarabe de maple, trigo y frutos secos como higos y pasas.
La alulosa es aproximadamente un 70 por ciento tan dulce como la sacarosa (o como azúcar de mesa), pero contiene solo aproximadamente un 10 por ciento de la cantidad de calorías.
Hay aproximadamente 0.4 calorías por gramo de alulosa, en comparación con cuatro calorías por gramo de sacarosa.
La diferencia con el azúcar tradicional es que nuestro cuerpo no puede metabolizarla, lo que hace que la alulosa no aporte calorías y que no eleve la glucosa (azúcar) en sangre.
La alulosa es un monosacárido, una sola molécula de azúcar, por lo que técnicamente no se produce ninguna digestión después de consumirla.
El cuerpo absorbe rápidamente la alulosa y la excreta intacta. Aproximadamente el 70 por ciento de la alulosa que consumimos es absorbida por el intestino delgado y finalmente sale del cuerpo a través de la orina, generalmente en 24 horas. El 30 por ciento restante abandona el cuerpo después de pasar por el intestino grueso, generalmente dentro de las 48 horas.
Como resultado de la forma en que nuestro cuerpo maneja la alulosa, no aumenta los niveles de glucosa en la sangre ni de insulina, se explica en Food Insight, centro de información creado por expertos en nutrición y seguridad alimentaria del Consejo Internacional de Información Alimentaria, una organización educativa sin fines de lucro.
La alulosa tiene un sabor muy similar al azúcar tradicional y no solo eso, también tiene propiedades funcionales muy similares, por lo que sirve para hornear, caramelizar y dar volumen a los alimentos.
Es muy útil para una disminución del consumo de calorías y azúcar sin sacrificar el sabor dulce. La alulosa todavía no es un ingrediente común en los alimentos envasados, pero está disponible en forma granulada y líquida como edulcorante de mesa.
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