Una refrescante puesta al día de cinco tratamientos caseros que probablemente ya utilizas.
Jugo de arándano
Uso tradicional: prevenir infecciones urinarias.
Nuevo uso: reducir la presión arterial. En un estudio realizado en Estados Unidos, personas que bebieron jugo de arándano bajo en calorías diariamente durante dos meses tuvieron una disminución media de tres puntos en la presión arterial (los expertos dicen que hasta una gota de jugo puede ser benéfica para el corazón), y otro grupo que bebió un placebo no mostró cambios en ese signo vital. Al parecer, los potentes antioxidantes de los arándanos tienen un efecto antihipertensivo.
Miel
Uso tradicional: aliviar la tos y la garganta irritada.
Nuevo uso: curar aftas (úlceras bucales). En un estudio, personas árabes que se untaban miel en esas llagas tuvieron menos dolor y sanaron más aprisa que las que usaron otros tratamientos (una crema de esteroides y una pasta antiulcerosa de venta libre). Las del primer grupo dijeron que el dolor cesó por completo luego de dos días de untarse miel; las que usaron otros tratamientos tardaron hasta ocho días en sentirse mejor. Los investigadores creen que las propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias de la miel ayudan a aliviar el dolor y favorecen la curación de las heridas.
Jugo de limón
Uso tradicional: aclarar el cabello.
Nuevo uso: prevenir cálculos renales. El potente ácido cítrico del limón es un buen aclarador de pelo, y reduce también la excreción de calcio, lo que podría ayudar a evitar la formación de cálculos renales. Si eres propenso a éstos, bebe un vaso de limonada (con jugo de limón real y poca azúcar) diariamente.
Jengibre
Uso tradicional: aliviar las náuseas.
Nuevo uso: reducir la glucosa en la sangre. Este remedio común para el mareo y las náuseas matutinas del embarazo podría ayudar a las personas diabéticas o prediabéticas. En un estudio iraní, sujetos que tomaron un complemento de jengibre en polvo (dos gramos al día) durante 12 semanas tuvieron niveles más bajos de glucosa en la sangre y de grasas vinculadas con la inflamación, comparados con otros que recibieron un placebo. Al parecer, el jengibre inhibe una enzima asociada con el aumento de la glucosa sanguínea.
Vino tinto
Uso tradicional: proteger contra las afecciones cardiacas.
Nuevo uso: combatir la caries. Un reciente estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry reveló que el vino tinto (con o sin alcohol) elimina las bacterias que producen caries. Los investigadores creen que los antioxidantes del vino y el hecho de que éste se “pegue” a los dientes permiten destruir los microbios eficazmente.