Nunca serás muy viejo para estas cosas

Quizá antes solías disfrutar todo esto. La buena noticia es que no tienes que dejar de hacer estas cosas, aunque ya hayan pasado los años.

1. Comer helado en cono

El verano no está completo si no disfrutas cómo un helado se escurre desde el cono hacia tu barbilla, tu mano y tu brazo. Para hacerlo aún más divertido, olvídate de comerlo como adulto en un plato y con cuchara –pídelo en cono y hasta con chispas.

2. Colorear un libro

Los libros para colorear, especialmente para adultos, han ganado mucha fama últimamente, porque no hay nada vergonzoso en agarrar colores, crayolas y gises para crear una obra de arte. Hacer esto te permite reflexionar mientras llenas cada espacio en blanco.

Además, colorear por fuera de las líneas puede ser divertido –sobre todo ahora que nadie te va a calificar. No olvides colgar tu proyecto terminado en la puerta del refrigerador.

3. Ir a un parque de diversiones

Los parques de diversiones temáticos son el destino número uno preferido por los niños, pero eso no significa que nosotros no queramos ir. De hecho, entre más años tienes, más aprecias lugares como estos por sus shows, sus toques decorativos y su comida.

4. Saltar en un trampolín

Llega un punto en el que, debido a los huesos y la vejiga, saltar en un trampolín es algo que simplemente dejas de hacer, pero existe una razón por la que los niños los aman tanto, y no cambia para nada con la edad. Sencillamente, se trata de la sensación de estar volando -¿a quién no le encanta?

Además, son un muy buen ejercicio de bajo impacto, por lo que te ayudará si tienes sobrepeso y mejorará tu condición cardiovascular, según un estudio publicado en Journal of Sports Medicine and Physical Fitness.

5. Usar pantalones ajustados

Métete en unos jeans ajustados –o usa faldas cortas, ombligueras, pantalones blancos o playeras con dibujos “ridículos”. Una de las mayores ironías de la vida es que cuando al fin alcanzas la edad y la estabilidad financiera para comprarte toda la ropa que quieras, la gente te diga que ya estás demasiado grande para usarla. ¡No hagas caso! Usa lo que te guste usar y no escuches lo que te digan.

6. Hacer pasteles de lodo

¿Recuerdas la inmensa satisfacción que te daba aplastar un pastel de lodo con las manos? Jugar con tierra es uno de los placeres sencillos de la vida. Y si no te gusta ensuciarte de esta manera, podrías plantar una flor o alguna otra planta. Después de todo, ¿qué es la jardinería sino un juego con lodo para grandes?

Además, puede ayudarte a mejorar tu sistema inmune y a reducir tu riesgo de alergias y enfermedades respiratorias.

7. Pintarte el cabello de verde

Los colores extravagantes en el cabello no son sólo para muñecos y adolescentes. Teñirte de algún color llamativo es una gran manera de levantarte el autoestima o de iniciar una conversación.

¿Crees que en tu casa o en tu trabajo no lo entenderán? Podrías probar con un tinte temporal sólo para el fin de semana.

8. Llorar

Los niños lloran casi todos los días y eso no deja de suceder hasta la pubertad, cuando súbitamente nos dicen que no es tan buena idea llorar todo el tiempo. En general, las mujeres suelen llorar 5 veces al mes mientras que los hombres lloran solo 1 –y aún así, la mayoría de las personas adultas dicen que sólo lo hacen por razones “legítimas”, como una verdadera tragedia familiar.

Pero llorar no sólo es benéfico psicológicamente sino que físicamente te ayuda a liberar toxinas y a mejorar tanto tu humor como tu sistema inmune, además de que disminuye tu estrés. Así que déjalo que corra.

9. Comer dulces

¿Crees que sólo debes ingerir azúcar a la manera de un adulto? Las galletas y los helados son deliciosos, pero algunas veces necesitas algo extra, algo que te dure un buen rato y que te ponga la lengua azul.

10. Ir a la escuela

Aprender algo nuevo no es sólo para jóvenes que intentan descubrir el mundo y elegir una carrera. Ya sea que apenas estés aceptando tu amor por la acuarela o que decidas aprender una segunda lengua, a todas las personas nos cae bien tener conocimiento nuevo.

Además, el proceso de aprendizaje hace que tu cerebro se mantenga al día, según un estudio de la Universidad de Texas.

11. Comenzar un negocio

¿Siempre quisiste abrir tu propia tienda, tener un restaurant u organizar paseos por una ciudad que conoces? El estereotipo del emprendedor, dueño de algún negocio, tiene una cara joven, pero esto no es del todo adecuado.

Según un estudio de Bloomberg Beta, los emprendedores más exitosos son mayores de 40 años, y esto se debe a su experiencia y a los contactos que han hecho a lo largo de sus vidas.

12. Comer papas fritas con algún dip poco común

A los niños les gusta hacer experimentos culinarios de todo tipo (aunque al mismo tiempo se horrorizan porque sus papas y los frijoles se toquen en el plato), pero entre más grandes somos, más estrictos se vuelven nuestros estándares sobre lo que consideramos una “buena” comida.

Sin embargo, ¿qué es un platillo sino un montón de ingredientes aleatorios que alguien decidió mezclar? ¡Inventa tus propias recetas!

13. Dar unas vueltas de carro

Las vueltas de carro son como aprender a andar en bicicleta: si podías hacerlo de niño, podrás hacerlo ahora. Quizá no te salga perfecta, pero seguro te resulta igual de divertida que antes.

Si crees que ya son demasiado para ti, intenta dar un salto desde algún lugar alto, hacer una parada de manos o comenzar con algunas poses de yoga.

14. Visitar el zoológico

Las jirafas, los leones y las anacondas son criaturas impresionantes. Punto. Incluso si has viajado un montón, seguro que en el zoológico podrás ver algún animal que nunca jamás se haya cruzado frente a tus ojos. Puedes maravillarte con las mariposas, impresionarte con las arañas o reírte con las nutrias.

15. Ver caricaturas

Ya sabemos que existen películas animadas para adultos, con temáticas sociales relevantes y muchos símbolos, pero a veces un montón de animales cantando son lo único que necesitas para mejorar tu día. No hay nada de malo en querer ver La Sirenita otra vez.

16. Leer una novela para jóvenes

Existen muchas novelas de ficción escritas para jóvenes, así que seguro encuentras un escenario distópico que te guste. Generalmente se escriben en un lenguaje cautivador que inmediatamente llamará tu atención, así que no tendrás que leer varios capítulos de contextualización antes de clavarte con la historia.

17. Subirte a los juegos del parque

Resbalarte en público es vergonzoso, además de que en el peor de los casos te va a doler. Pero hacerlo a propósito en un parque es pura vida. ¡Inténtalo de nuevo!

Tomado de rd.com 20 Things You’re Never Too Old For

Juan Carlos Ramirez

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