A partir de los 40 años, el cuerpo experimenta cambios significativos: el metabolismo se vuelve más lento, la masa muscular disminuye y aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas. En esta etapa, la alimentación juega un papel crucial para mantener la salud y prevenir deficiencias nutricionales.
Según el doctor Ramiro Heredia, especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires, “el cuerpo probablemente no está funcionando de la misma manera a los 40 años que a los 20. Pero con una alimentación equilibrada se puede obtener los nutrientes esenciales y llevar una vida plena”.
Nutrientes esenciales después de los 40
- Vitamina B12
- Función: Esencial para el funcionamiento cerebral y la producción de glóbulos rojos.
- Absorción: Disminuye con la edad debido a la reducción de ácido estomacal.
- Fuentes: Huevos, carne vacuna, aves, mariscos, leche y productos lácteos.
- Dosis recomendada: 2.4 mg diarios.
- Calcio
- Función: Indispensable para la salud ósea y muscular.
- Controversias: Algunos estudios cuestionan su efectividad en la prevención de fracturas en personas mayores de 50 años.
- Fuentes: Lácteos, tofu, sardinas, almendras y espinacas.
- Dosis recomendada: 1,000 mg para mujeres de 40 a 50 años; 1,200 mg después de esa edad.
- Vitamina D
- Función: Favorece la absorción del calcio y protege contra enfermedades relacionadas con la edad.
- Fuentes: Exposición al sol, pescados grasos, yema de huevo y alimentos fortificados.
- Importancia: Su déficit está relacionado con un mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
- Magnesio
- Función: Regula la presión arterial, favorece la absorción del calcio y participa en funciones musculares y nerviosas.
- Fuentes: Verduras de hoja verde, frutos secos y legumbres.
- Dosis recomendada: 320 mg diarios.
- Potasio
- Función: Contribuye al control de la presión arterial y a la función cardiovascular.
- Fuentes: Plátanos, batatas, acelgas y legumbres.
- Dosis recomendada: 3.1 g diarios para reducir el riesgo de ataques cerebrovasculares.
- Ácidos grasos omega-3
- Función: Reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y preservan la función cognitiva.
- Fuentes: Pescado, semillas de lino y nueces.
- Dosis recomendada: Hasta 1,000 mg diarios en suplementos.
- Probióticos
- Función: Favorecen el equilibrio del microbioma intestinal y regulan el peso.
- Fuentes: Yogur natural y alimentos fermentados.
- Beneficios: Reducen el riesgo de diabetes tipo 2 y previenen la diarrea asociada al uso de antibióticos.
¿Necesitas suplementos?
Aunque una alimentación equilibrada es la mejor manera de obtener estos nutrientes, en algunos casos los suplementos pueden ser necesarios. Sin embargo, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de incorporarlos.
Conclusión
Después de los 40 años, el cuerpo enfrenta cambios metabólicos y hormonales que modifican sus necesidades nutricionales. Mantener una alimentación equilibrada, rica en vitaminas y minerales esenciales, es clave para prevenir enfermedades y mantener una vida activa y saludable.
Recuerda, antes de tomar cualquier suplemento, consulta con un especialista para asegurarte de que es lo adecuado para ti.