Nuestro olfato detecta compuestos químicos en el ambiente, y los olores tienen facultades curativas, pueden remediar padecimientos del cuerpo y la mente.
Investigadores canadienses pidieron a 20 hombres y 20 mujeres que metieran las manos en agua muy caliente el mayor tiempo posible mientras inhalaban distintos olores.
Cuando las mujeres olían aromas gratos, como el del extracto de almendras, decían sentir 38 por ciento menos dolor, y más dolor ante olores ácidos, como el del vinagre. Los olores no tuvieron ningún efecto en el dolor de los hombres, pero ambos sexos dijeron sentirse reanimados con los olores gratos.
En un estudio realizado en 2011 en Estados Unidos, se observó a 20 personas mientras dormían en cuartos perfumados con jazmín o lavanda, o sin ningún olor. Los sujetos se movieron menos durante el sueño y dijeron sentir menos ansiedad tras oler jazmín.
También se desempeñaron mejor en pruebas cognitivas, lo que los investigadores consideran que podría ayudar a estudiantes y deportistas que tienen dificultad para dormir antes de un examen o un juego importante.
El olor a cítricos parece levantar el ánimo. En un estudio, investigadores japoneses expusieron a 12 pacientes diagnosticados con depresión a una mezcla aromática de cítricos —en su mayor parte aceite de limón— que hacían circular en una habitación donde pasaban casi todo el tiempo.
El aroma estabilizó los niveles hormonales, reforzó la función inmunitaria y redujo significativamente las dosis de antidepresivos que los pacientes necesitaban. Para obtener los beneficios de un estimulante natural, ponte aceite de limón en la parte interior de la muñeca.
En un estudio de 2013 publicado en el Journal of Alternative and Complementary Medicine, se dio a oler aceite de pimienta negra o aceite de angélica a fumadores.
Ambos aceites redujeron el deseo de fumar: quienes inhalaron pimienta dijeron sentir un ardor leve en la garganta, semejante a la sensación de fumar, y los que olieron angélica experimentaron una relajación parecida a la que produce fumar.
Los autores del estudio sugieren a los fumadores oler torundas de algodón impregnadas con estos aceites (por separado o juntos) cuando tengan ansias de fumar.
Cuando el neurólogo Alan Hirsch sometió a 11 personas a una prueba de estabilidad con los ojos vendados, 10 mostraron una mejora notable de equilibrio tras oler un bollo de canela recién horneado, en comparación con otros aromas.
La canela también mejora otras habilidades: investigadores de Virginia Occidental descubrieron que reduce la fatiga y la ira de los conductores, y aumenta su estado de alerta (así que elige un aromatizador de auto con olor a canela).
Además, esta especia estimula el sistema nervioso central, lo que mejora el rendimiento y la motivación.
En un estudio dirigido por el doctor Hirsch, más de 3,000 personas con sobrepeso olieron plátano o manzana verde al sentir hambre. En promedio, bajaron 2.2 kilos al mes durante los seis meses del estudio, ¡y sin hacer dieta!
Ciertos olores hacen que se liberen las hormonas que producen la sensación de saciedad.
¿Sufres pesadillas? Pon un rosal en maceta o un ramo de rosas cerca de tu cama.
En un estudio realizado en Alemania, mujeres que durmieron en un cuarto con aroma a rosas dijeron tener sueños agradables, mientras que las que estuvieron expuestas a un olor a huevo podrido tendieron a tener sueños negativos.
Los especialistas dicen que los olores influyen en las respuestas emocionales del cerebro, y como los aromas gratos suelen estar vinculados con recuerdos felices, pueden originar dulces sueños.
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